Vivir con celo cualquier tarea que hagamos

Majuro,.20.mayo.2024
Arzob.
.Ariel.Galido,.primado.de.Marshall

          Queridos hermanos, les informo con pesar y tristeza la noticia del fallecimiento del prefecto apostólico emérito Raymundo Sabio, Ray, el pasado 16 de septiembre, a la edad de 76 años.

          Mons. Ray nació el 28 marzo 1946 en Tubungán, Iloilo, Filipinas. Hizo sus votos perpetuos de castidad, pobreza y obediencia en la congregación de MSC el 29 junio 1969, y fue ordenado sacerdote el 20 diciembre 1971, viviendo a partir de entonces una vida llena de celo en cualquiera de los ministerios en los que estuviera involucrado.

          Durante casi tres décadas, mons. Ray fue misionero en tierras extranjeras, dedicándose a difundir el evangelio y en dar a conocer a Jesús. Pasó 16 años en Corea y 12 años en las Islas Marshall, y el 6 enero 2008 fue nombrado prefecto apostólico de las Islas Marshall por el arzobispo Charles Daniel Balvo.

          Desempeñó su labor de prefecto apostólico durante 9 años, de 2008 a 2017. Debido a problemas de salud, tuvo que dimitir de su cargo, lo que fue aceptado por el papa Francisco I. El 9 noviembre 2017 regresó a Manila para un chequeo médico adicional, y desde ese momento nunca tuvo la oportunidad de volver a visitar, a su pesar, las Islas Marshall.

          Ray fue una persona agraciada por Dios, con un corazón de oro y de hermano mayor. Fue un mentor y un verdadero confidente, que ofreció su vida a Dios y se entregó por completo a su tarea, con un compromiso que no escatimó sacrificios. Nuestro más sincero agradecimiento y aprecio a mons. Ray, por sus 21 años de dedicación ministerial y servicio a las Islas Marshall.

          Recuerdo que, cuando comenzamos nuestra misión en las Islas Marshall, en 1996, él describió aquellos comienzos como "una cuesta hacia arriba", posiblemente por las lágrimas que por aquel entonces tuvimos que derramar. Sin embargo, él nunca dejó de abrazar y mostrar su cuidado a cada uno de los compañeros que aquí estábamos, en medio de las luchas y dificultades.

          Las oraciones y el trabajo duro, así como la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a nuestra Señora del Sagrado Corazón, fue lo que realmente ayudó a aquellos misioneros a superar los desafíos, así como a seguir abordando las arduas tareas y todas las responsabilidades.

          El padre Ray trabajó constante e incansablemente para mantener nuestra prefectura en funcionamiento. Se levantaba temprano cada día y se quedaba despierto hasta tarde, e incluso a veces se olvidaba de comer, con el fin de dejar las cosas terminadas. Él no sólo cumplió sus tareas con calidad y atención, sino que también ayudó a todos a convertirse en mejores cristianos, con buen juicio y desde la actitud positiva y disposición voluntaria.

          Como resultado de aquellos esfuerzos productivos, las Islas Marshall han sido bendecidas con muchas mejoras, en edificios y estructuras. Especialmente destacaría la construcción de la Parroquia de San Francisco en Majuro, la Iglesia subparroquial de Xavier en Laura, la reapertura del programa de formación diaconal, el ministerio penitenciario, la oficinia del migrante, los apostolados de la gente de mar y las reparaciones de las iglesias y rectorías de las misiones en las islas exteriores. Gracias a sus finanzas, por ejemplo, nuestra prefectura puede hoy gozar de estabilidad.

          Realmente fue mons. Ray un trabajador infatigable, y un líder ejemplar e impecable. Estémosle, pues, eternamente agradecidos, sobre todo por su guía y asistencia, por su diligencia y por su compromiso con la misión. Él fue para todos nosotros una fuente de inspiración, y su carácter visionario ha producido entre nosotros unos logros impresionantes. Por favor, incluidlo en vuestras oraciones, y encomendad al corazón de Cristo el eterno descanso de su alma.

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  Act: 20/05/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A