Romper los vínculos de la violencia y del odio

Papeete,.27.mayo.2024
Arzob.
.Jean
.Pierre.Cottanceau,.primado.de.Polinesia

          Queridos hermanos, ante las dramáticas horas que nuestro país está atravesando, y los indescriptibles desastres que se están empezando a desarrollar ante nuestros ojos, los cristianos no podemos permanecer mudos e inactivos, como espectadores de la tormenta política que nos está azotando. Por ello, debemos buscar la manera, y poner todo lo que esté de nuestra parte, para encontrar elementos que conduzcan a la paz.

          Todos los que hemos sido bautizados estamos inmersos en un mismo bautismo, que nos ha dado una misma vida (la vida divina) y una misma identidad (el ADN cristiano). Por el bautismo, todos somos hijos e hijas del mismo Padre, compartimos un mismo parentesco y somos hermanos de Jesucristo, cuyo cuerpo eclesial formamos. Por eso, no podemos ser foco de división, ni de rechazos multifacéticos. De hacerlo, o implicarnos en ellos, habremos traicionado nuestra fe, nuestro bautismo y al mismo Jesucristo.

          El evangelio fue traído a esta tierra de la Polinesia sin ningún espíritu de conquista, fue acogido de forma entusiasta y poco a poco se ha convertido en elemento de identidad y pilar de nuestras costumbres. A estos confines de la tierra vinieron también los discípulos de Jesús, en aquella irrupción inimaginable que empezó en Pentecostés y que aquí arribó en forma de franciscanos españoles, hace ya casi 300 años.

          Ése fue el don del Espíritu Santo, de un Dios que actuó a través de los hombres y que también hoy en día quiere seguir actuando a través de los hombres. La consecuencia de Pentecostés fue inmediata, pues siendo todos desconocidos entre sí, todos oyeron y comprendieron el único lenguaje verdaderamente universal: el lenguaje de Dios, el lenguaje del amor, el lenguaje de la eternidad. A pesar de toda su diversidad e incomunicabilidad, todos los cristianos se hicieron uno, y empezaron a comprender, compartir y adoptar unánimemente el contenido de la Buena Noticia.

          Pentecostés rompió para siempre la maldición de Babel: la imposibilidad humana de ponerse de acuerdo. Pues bien, este domingo celebramos Pentecostés, y eso debe ser para nosotros una señal enviada del cielo para que los cristianos, todos a una, sepamos detener el proceso mortal que ha comenzado a desarrollarse en nuestro país, sin que nadie (excepto las armas) pueda detenerlo.

          Sólo el cielo y el Espíritu Santo pueden ayudarnos a encontrar el camino de la fraternidad y la paz. Y ése debe ser nuestro objetivo, bajo pena de traición. Ya no podemos permanecer más en silencio, ni ser por más tiempo cómplices del mal.

          Al igual que sucede con las devastadoras erupciones de un volcán, así está empezando a suceder con la violencia, que empieza a reinar en nuestras calles y que va extendiendo el desastre y la miseria. Las islas más cercanas al cielo, las de la Polinesia francesa, se están convirtiendo en las islas más cercanas al infierno.

          Tanta charla política está descalificada, y los políticos no son ya audibles ni creíbles. Sólo nos queda la autoridad del evangelio, el que nuestros antepasados adoptaron y legaron, y lograron convertir en código vital de nuestra tierra. Ésa es la regla de oro que tenemos para construir esta tierra como nación, y anticipar el reino del Padre.

          Lancemos una fuerte señal de decir no a la violencia, y de dejar claro que la violencia sólo conducirá a más violencia, infelicidad y lágrimas. Hagamos una enérgica llamada para que se ponga fin a la violencia, exijamos a nuestros funcionarios electos un nuevo recuento de resultados, y construyamos un futuro compartido de paz y armonía, de concordia perdida y reencontrada.

          Pidamos al Espíritu Santo que nos haga conocer el poder del amor, nos ayude a romper los lazos malignos del odio y nos acompañe en la instalación de la fraternidad. Defendamos activamente la paz, para que ahora y siempre podamos vivir todos juntos en estas tierras que compartimos.

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  Act: 27/05/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A