Israel bíblica

 

            El manejo del Próximo Oriente es indispensable para el estudio y origen de todos los pueblos de la Antigüedad, y también de Israel. Son palabras de James B. Pritchard, que añade que “si exceptuamos escasas fuentes griegas, se puede decir que el Antiguo Testamento, así como recientes hallazgos arqueológicos que van en esa dirección, es el único testimonio fidedigno sobre el conocimiento de aquellas latitudes”.

            No obstante, “el desciframiento de escritos egipcios, sirios, hititas, asirios y babilónicos también están haciendo posible la comprensión cotidiana de aquellos orígenes la Humanidad”[1].


Israel mesopotámica

            El origen de Israel hay que buscarlo en el fenómeno nómada semita de la Baja Mesopotamia. En efecto, en Mesopotamia, y aunque nunca existió una denominación concreta para el efecto nómada, abundan los testimonios que aluden a los “habitantes de las tiendas”, los “habitantes de las estepas”[2]. En su inmensa mayoría, estos pueblos nómadas, de los que surgieron los hebreos, hablaban los mismos dialectos semíticos.

            El nomadismo hebreo, que nada tenía que ver con camellos de larga distancia, significaba:

-enclaves de pastos alternados, unos en verano y otros en invierno. Incluso existían clanes hebreos en parte sedentarios y en parte nómadas;
-intercambio de productos con las urbes más cercanas, de rebaños, asnos de transporte, leche, bisutería…

            Pero la relación urbe-tribus hebreas fue siempre de desprecio mutuo. No fueron raras las invasiones hebreas, y de ahí las murallas de contención de las ciudades mesopotámicas, como la de Ur III de 280 km. La desconfianza venía de que:

-había clanes hebreos agresivos y amenazadores,
-ciertos clanes podían aupar con tropas a un determinado rey,
-tenían la suficiente cohesión como para dotarse de propio rey.

            Los principales pueblos nómadas, de los que surgió por argamasa el numeroso pueblo hebreo, fueron:

-los amorreos, procedentes de las estepas sirias, al oeste del Eufrates. De ahí la denominación de amurru-amargos, los del mar Amargo-Mediterráneo. Aparecen en el III milenio a.C y vinieron a fusionarse con las estructuras mesopotámicas de Ur III[3];

-los arameos, procedentes también de las estepas sirias, y que fueron creando pequeños estados independientes, fruto de la trashumancia, allá donde iban. Aparecen en el II milenio a.C, y vinieron a dominar totalmente el I milenio a.C. a nivel lingüístico. Asentados en la zona de Caldea, acabaron arameizando Babilonia en el 625 a.C.

-los habiru, procedentes de todos los sitios, a especie de bandas salteadoras que operaban por doquier durante todo el II milenio a.C. Reclutaban a la gente marginal de las urbes, mendigos, prostitutas o incluso reyes destronados (de ahí el llamarles “los escapados”), y los integraban en bandas criminales, sin cultura ni lengua propia.


Economía hebreo-mesopotámica

            En épocas centralistas, en Mesopotamia predominó siempre el sector económico estatal. Pero en otras épocas o lugares, fue siempre predominante la iniciativa privada. La macro-familia hebrea vino a convertirse, en estas circunstancias, en una autentica alternativa aliada a la economía del templo y palacio mesopotámico.

            Estas “casas” o comunidades macro-familiares hebreas, organizadas jerárquicamente por genealogía patriarcal, podían llegar a constituir, si se hacían estables, territorios bien definidos o “pueblos”. Aquí, todo miembro de la comunidad tenía derecho a participar activamente en el cultivo.


Sociedad hebreo-mesopotámica

            Como resultado de esta fusión económica entre lo público mesopotámico y lo privado hebreo, se puede decir que el tejido social vino a quedar estratigrafiado, tanto en el mundo mesopotámico como en el hebreo, en[4]:

-los nobles, no existentes nunca por herencia hereditaria, y nunca clasistas. Lo que sí importaba era el dinero o posición económica que tenían, hecho no libre de tensiones.

-el awilum-hombre libre, que no necesitaba de otros para su subsistencia. Era el caso de los trabajadores privados como artesanos, mercaderes y pescadores, o los funcionarios ligados a la administración palaciega, como los escribas.

-el muskenum-mezquino, o individuos pertenecientes a los grupos sociales más débiles, base de la pirámide social desprotegida, y a lo mucho súbditos o siervos del rey.

-el wardum-esclavo, situados fuera del contexto social, reconocidos por todos por un mechón que se les cortaba en el pelo, o por una marca que se les marcaba en la muñeca. Podían ser esclavos hechos a la fuerza (enemigos de guerra) o por propia voluntad (para saldar deudas…). Los hijos de esclavos no eran esclavos sino como el resto de población.


Familia hebreo-mesopotámica

            El término familia fue único en el mundo hebreo en cuanto a significados: casa, nido, parentela, pueblo, manada, rama, carne y sangre, semilla.

            Así, podía incluir:

-núcleo familiar, de padre, esposa e hijos,
-familia múltiple, o cohabitación de 2 núcleos familiares bajo el mismo techo,
-familia genealógica, o la del hijo casado que se quedaba a vivir con sus padres,
-familia fraterna, la de dos hermanos que compartían hogar.

            Así como:

-linaje, o contacto habitual entre personas con el patriarca,
-clan, o agrupación de familias,
-tribu, o asociación de clanes.

            La actividad urbana hebrea estuvo siempre dominada por la familia simple, no siendo raras las compra-ventas de tierras efectuadas por comunas de familias. No se tenía tendencia a repartir las herencias en partes iguales, sino solo al primogénito, con vistas a evitar la fragmentación familiar. La actividad nómada hebrea, por otro lado, trató de garantizar siempre los recursos suficientes, la línea genealógica y el culto de los antepasados.

            En cuanto a la boda, se trataba del momento más sagrado del mundo hebreo, el momento de constituir la unidad mínima de cohesión social. Solía celebrarse de forma pública y festiva. El padre del novio entregaba al padre de la novia una cantidad, y pasado un tiempo, la aceptaba para formar parte de su macro-familia.

            La figura del padre de familia hebrea ostentaba el poder absoluto, y era la única persona jurídicamente completa, para comprar y vender. Tenía autoridad:

-sobre la mujer, hijas y nueras,
-sobre los hijos y los nietos,
-no sobre los nietos de las hijas, que pertenecían a sus consuegros.

            En caso de:

-ausencia, la esposa debía esperarlo mientras tuviera recursos, y podía volverse a casar en caso de agotarlos,
-defunción, la viuda se quedaba con un hijo o con un hermano del marido.

            La madre de familia hebrea era la esposa única del cabeza de familia, y si tenía hijos, no tenía por qué ser repudiada ni permitir otra mujer en la familia. Si era estéril o enfermaba:

-podía ofrecer otra esposa inferior al marido,
-podía ofrecer una esclava que le diese hijos al marido (para siempre, pues ya no podría ser vendida),
-podía ser devuelta a su padre en cualquier momento.

            En cuanto a los hijos de familia hebrea:

-solamente los varones podían ser herederos,
-las hembras podían volver a casa si eran repudiadas por los maridos,
-los adoptivos gozaban de los mismos derechos que los biológicos,
-si eran violentos, podían ser expulsados de la comunidad familiar.


Convivencia hebrea con la Religión mesopotámica

            Fue producto de los dioses, el destino, la muerte y los muertos, y de la simbiosis sumero-semita desde sus comienzos.

            En efecto, los textos sumerios escribían la palabra dios con el signo AN (*, ilum), que significaba cielo, y que se anteponía a todos los nombres de la esfera divina. Y no había fragmento del mundo y de la historia que no estuviese bajo el dominio de un ser divino.

            Se trataba de una realidad física, una especie de luz, que tenía su origen en el orden natural. De ahí la especialización de las diversas divinidades[5]. En este sentido, el panteón mesopotámico no fue sino la reproducción de su organización estatal, con su propia jerarquía[6]. Y las prácticas religiosas no eran sino la proyección de 2 dimensiones:

-lo superior a lo humano. En esta percepción surgía el temor ante el poder y voluntad de los dioses;
-la protección de la ciudad. Aquí entraba la devoción popular en los grandes dioses patronos. El dios y su ciudad habían de tener la misma personalidad.

            En las ciudades-estado, cada ciudad mesopotámica disponía de su propio panteón particular[7]. Y en otros entornos, otros templos añadían otras teologías, que matizaban diferentes aspectos de las mismas divinidades[8]. Si los dioses mesopotámicos eran ecológicos, la teología subyacente era política. Ahora bien, se trató de una teología política al servicio del pueblo, dejando asomar la piedad popular por todos los lugares y momentos[9].


Ruptura hebrea con la Religión mesopotámica

            Consistió en el momento del nacimiento espiritual de Israel, como pueblo unificado, que se puso a las órdenes de un líder-patriarca (Abram-Abraham), y que marchó de su lugar de origen (Ur, en su estadio mesopotámico III) en busca de otras tierras, menos hostiles a su radicalmente “nueva” religión[10].

            Evidentemente, se trató de una religión que:

-separó, independizó y propició el nacimiento de un nuevo pueblo-estado,
-continuó con los patrones semitas de su raza y estirpe.

            Analicemos los pasos dados en esta ruptura radical hebrea.

            En primer lugar, y al mando de una serie de tribus semi-nómadas amoritas que se le unieron, Abraham encabezó la salida nómada de Ur III[11]. Muchas otras tribus se unieron a la aventura[12], manteniendo cada clan su propio jefe[13], pero todos bajo la tutela de Abraham, y del dios que había empezado a adorar Abraham[14].

            Llegados a Canaán, descubrieron arcaicos santuarios en Siquén, Mambré, Betel y Berseba[15], donde los cananeos adoraban al dios El, padre de los dioses y de los hombres, Creador sabio, bueno y justo. Así, los clanes de Abraham fueron identificando al dios de Abraham con el dios cananeo El[16]. Por otro lado, también fue en Canaán cuando Abraham decidió sustituir el derecho de sucesión caldeo[17] por uno nuevo, de impronta hurrita[18] e hitita[19].

            Isaac, heredero absoluto de Abraham, circuló por el Negueb, en Lahai y Roi, estableciendo a las tribus hebreas en torno a tierras fértiles y pozos de agua, y evitando el roce con los ismaelitas. Varios clanes también se internaron en los territorios de Moab y Amón, en torno al Mar Muerto, como parientes que empezaron a quedar ya alejados de la línea centralista de Berseba, donde Isaac había puesto su campamento.

            El ciclo de Jacob, que cambió su nombre por el de Israel, es el más importante en la historia de Israel, sobre todo por los conflictos del patriarca Jacob con:

-su hermano Esaú, que era mayor que él,
-las tribus hebreas, que se dividieron entre partidarios del nomadismo (Esaú) y del sedentarismo (Jacob),
-los clanes arameos, que decidieron separarse de Israel para unirse a Damasco[20].

            Finalmente, Jacob estableció su capital en Betel, lugar donde impuso su nombre de Israel[21], y desde donde dividió el territorio entre sus 12 hijos-clanes ¿totales? hebreos[22].


Diluvio universal, elemento mesopotámico común

            Se trata de un fenómeno en que los estudiosos actuales, al igual que los antiguos, no aciertan a ponerse de acuerdo, ni en la fecha en que ocurrió, ni sobre la ubicación geográfica del mismo. Eso sí, tanto antiguos como modernos vienen a coincidir en la importancia que este suceso histórico supuso para analizar el origen de la humanidad[23].

            En efecto, la historia narrada en los capítulos 6-9 del Génesis hebreo se sitúa generalmente en Mesopotamia, donde presumiblemente vivía el patriarca Noé. Los estudiosos bíblicos sostienen que esta narración fue producto de una antigua tradición oral, equiparable a otras tradiciones de los demás pueblos circunvecinos[24].

            Se presupone que esta tradición fue escrita en 2 periodos diferentes:

1º entre los siglos X-IX a.C[25], que consideraba el diluvio como una gran inundación que duró 40 días con sus 40 noches;
2º entre los siglos V-IV a.C[26], en que el diluvio fue interpretado como una catástrofe que duró 1 año y 11 días.

            En 1929 el arqueólogo inglés Sir Leonard Wooley[27], excavando al sur de Mesopotamia, encontró en la ciudad sumeria de Ur un nivel estratigráfico de unos 4 metros de alto que separaba los restos de:

-una civilización sumeria del  IV milenio a.C,
-de otra civilización mucho más antigua.

            Esto le llevó a pensar haber encontrado la prueba material del diluvio. El estrato de 4 metros suponía la existencia de una inundación de entre 8-9 m. altura, inundación históricamente ubicable entre el 7.000 y el 3.000 a.C.

           A partir de este descubrimiento fueron descubiertos restos de otras grandes inundaciones en diferentes lugares de la llanura mesopotámica, correspondientes a periodos de distinta antigüedad. Esto nos lleva a pensar en inundaciones esporádicas en los valles del Tigris y Eufrates, cuando éstos se desbordaban debido al deshielo primaveral, en las altas montañas armenias. No obstante, se trata de inundaciones con cuantiosos daños y tragedias materiales, pero no del gran diluvio narrado por la Biblia y tradición babilónica.

            La Biblia especificó de forma clara las medidas que tuvo el arca del diluvio, o medio con el cual una porción de la humanidad fue salvada del diluvio (Noé y su familia, junto a los animales que su Dios le pidió que introdujesen en ella)[28]. El arca, traducido del hebreo tebah, que significa “casa-fortaleza”:

-fue construida con madera de ciprés,
-fue calafateada con alquitrán,
-midió 150 m. longitud, 25 m. ancho y 15 m. altura,
-estaba dispuesta sobre 3 planos,
-contaba con techo y una puerta lateral.

            El fenómeno propuesto por la Biblia hebrea se refirió a una catástrofe sin precedentes, y que de forma oral se fue transmitiendo de generación en generación.

            Según las Escrituras, tras este gigantesco cataclismo fueron repoblados todos los pueblos de la tierra. La tradición sacerdotal hebrea, que recogió por escrito el desarrollo del diluvio, atribuyó a los hijos de Noé el origen de todos los pueblos conocidos en el III milenio a.C.

            A Jafet se le atribuyeron los pueblos indo-germanos (hititas…) que ocuparon el Asia Menor, los montes del Cáucaso, y Asia Media, y algunas islas de Mediterráneo, abarcando así una gran extensión de territorio. De hecho la palabra hebrea Jafet significa “Dios le conceda amplio espacio”.

            A Cam se le atribuyeron los pueblos de la franja mediterránea africana, entre ellos los cananeos, fenicios, bereberes y egipcios.

            Y Sem, que en hebreo significa “nombre”, fue el padre de las tribus que se denominaron semitas, y que geográficamente ocuparon Sumer, Akkad, Asiria, Elam y Arabia.


Israel egipcia

           “Los príncipes se prosternan, exclamando ¡piedad! Nadie engalla la cabeza entre los Nueve Arcos. La desolación reina en Tehenu; Hatti está pacificada… Saqueada está Canaán, con todos los males; deportada Ascalón; conquistada Guezer; Yanoam es como lo que no existe… Israel ha sido devastado, ya no hay su simiente. Hurru se ha transformado en una viuda de Egipto”.

            Se trata de la Estela de Israel[29], de 1.240 a.C, que nos habla sobre las hambrunas y epidemias que asolaron a los pueblos del Mediterráneo oriental, y de la necesidad que tuvieron éstos de enviudarse con Egipto.

            En efecto, desde Abraham hasta José se nos habla en los documentos de la época de la necesidad que tenían las tribus nómadas hebreas de bajar, por culpa sobre todo de la sequía, hasta Egipto[30]. Por otra parte, Siria-Palestina estaba entre los intereses de Egipto desde el III Milenio[31].

            Los movimientos migratorios hebreos a Egipto fueron en principio amistosos[32] y convenidos[33], pero pronto comenzaron a salirse del control egipcio, tanto por sus clanes hicsos[34], como hurritas[35] y habirus[36].

            Aun así, en estos 400 años de convivencia egipcio-hebrea, los hebreos construyeron campamentos propios en Tell el Yehudiye[37] y Avaris[38], al tiempo que mantuvieron siempre como emblemática su primigenia Elefantina[39].


Elementos egipcios asumidos por los hebreos

            Sobre las estructuras mesopotámicas que habían configurado totalmente el espíritu y proto-historia de Israel[40], el pueblo hebreo se presentó en el s. XII a.C, y también en su s. XI a.C. de oro, con otra serie de elementos mucho más elaborados y complejos.

            ¿Sucedió que ajenos elementos egipcios consiguieron haber sido incorporados por Israel a su cultura?

            En efecto, y sobre todo a la hora del gobierno fáctico del reino (que antes se hacía conglomerando ciudades-estado, a lo mesopotámico), Israel aprendió de Egipto a centralizar su país, a establecer una capital y a administrar el poder desde los nomos-demarcaciones.

            Otros elementos hebreos, que también provinieron de la experiencia egipcia, fueron:

-el diezmo. Egipto enseño a Israel a calcular y medir la producción de las cosechas, y a recoger, almacenar y distribuir los diezmos del Estado. En un Estado sin sistema monetario, estos impuestos podían cubrir los gastos de lo que no era producción agraria.

-centralización de la tierra. Egipto enseño a Israel que su país pertenecía al rey, y que la propiedad privada sólo existía por orden real, al igual que la exención de tasas. Aunque la tierra podía legarse a los herederos, la transmisión tenía que ser ratificada por decreto real[41]. Las granjas podían, sin embargo, arrendarse o subcontratarse.

-instrucción académica. Egipto enseño a Israel que una administración centralizada requería gran número de oficiales bien formados, ya fuera por instrucción palacial[42] o sacerdotal[43]. También le inculcó la importancia de la medicina[44], y el amor a la ciencia por sí misma[45].

            Aun así, fue la unificación conseguida por los hebreos, sobre las distintas facciones, clanes y tribus, a lo largo de 400 años de trabajos duros[46] y sobre todo bajo la figura de Moisés, el gran elemento tomado por los hebreos de su estancia en Egipto.


Moisés

            Puede ser considerado el padre de la nación judía, al igual que Abraham fue considerado el padre de la raza hebrea.

            Educado y miembro de la corte faraónica, Tutmés-Moisés fue enviado a entablar contactos con las tribus madianitas[47] del Mar Rojo, de origen remoto y parece que línea directa en Abraham, y de quienes recibió iniciación en la religión de Yahveh[48].

            Convertido al hebraísmo o ya fuera por ser hebreo, tuvo que enfrentarse Moisés a las diversas formas que había de adorar al dios hebreo[49], a llamarlo por su propio nombre[50], y a unir bajo su culto a todas las tribus hebreas[51].

            Objetivo triple conseguido por Moisés, que pasó a acaudillar a las tribus hebreas, ahora constituidas en un único pueblo judío:

-mediante la implantación de la Pesaj[52],
-mediante la liberación del faraón por la fuerza[53].


II y masivo Shemot hebreo

            Ya en 1.550 a.C. Ahmosis había llevado a término la 1ª expulsión de los hebreos de Egipto[54]. Ahora, en 1.250 a.C. y bajo Ramsés II, fue el resto de clanes hebreos[55] en Egipto los que pidieron[56] y acabaron sublevándose[57] contra el faraón.

            Varias son las hipótesis de posibles rutas[58] tomadas por el pueblo judío para salir de Egipto y encaminarse hacia su tierra de Israel. Hoy, la arqueología se decanta por[59]:

-salida desde la llanura de Gosen,
-a través del valle de Suqot, entre los lagos Amargos y Mar Rojo,
-sin detenerse al atravesar la península del Sinaí,
-dirigiéndose a la playa de Wadi, única en el golfo de Aqaba,
-cruzando el golfo de Aqaba,
-desembarcando en la playa de Nuweiba,
-adentrándose en Arabia, donde estaría el verdadero monte sinaítico.


Legislación sinaítica judía

            Se trata del definitivo código legislativo israelí, redactado a lo largo de 1-2 generaciones (30-40 años), y en el que quedaron integrados:

-el Decálogo religioso[60],
-multitud de leyes mesopotámicas[61],
-algunas prescripciones de los antiguos patriarcas[62],
-el nuevo código levítico[63].


Israel judía

            Había comenzado con la salida hebrea de Egipto, y continuado con la legislación sinaítica tenida lugar en Madián. Ahora bien, adquirió forma y desarrollo con la reconquista hebrea de Canaán, la antigua tierra prometida por Dios a Abraham y Moisés. Consistió, y en ello están todos los judíos de acuerdo, en la reconquista de la tierra que Dios había dado a sus antiguos padres, y que ellos ahora reclamaban y retomaban como suya, a finales del s. XIII a.C.

            Pero lejos de la doctrina oficial, la Reconquista tuvo:

-dos líneas de avance[64],
-enfrentamiento o fusión de tribus entrantes[65],
-transmisiones orales enfrentadas a las escritas[66].


Asentamiento hebreo en Canaán

            Culminó el proceso de Reconquista de Israel, e introdujo al pueblo hebreo en su dorado s. XI a.C. Fue insinuado y urdido por los sacerdotes judíos, que fueron preparando el terreno y las mentes para:

-la total unificación de las tribus hebreas[67],
-el nombramiento de un rey de Israel[68],
-la total centralización política en Jerusalén[69].


Jueces
de Israel, comienzo de la Historiografía judía

            Se trata del primer libro cronológicamente escrito[70], que por el momento se sepa, de la Biblia hebrea[71], y el primero en ser considerado historiográfico en cuanto a comparaciones cronológicas históricas. Escrito en el s. XII a.C, el libro integra dos partes diferenciadas[72]:

-una introducción, con el sentido teológico de los acontecimientos,
-el resto de la obra, sobre los acontecimientos de las tribus hebreas en:

-su re-instalación en Canaán,
-su relación con los clanes autóctonos (arameos, amonitas, moabitas, edomitas) y enemigos (filisteos).

            En efecto, traída desde el Exodo y Moisés la figura de los jueces tribales como garantes-jueces[73] de la organización tribal, éstos continuaron con su misión[74] tras la instalación-fusión[75] en las ciudades israelitas.

            Se puede decir que hubo:

-jueces menores[76], o aquellos que ejercieron su cargo sin relevancias especiales;
-jueces mayores, o aquellos que acaudillaron guerras de liberación, como Otoniel[77], Ehud[78], Sangar[79], Débora[80], Gedeón[81], Abimelec[82], Jefte[83], Sansón[84]


Conclusión sobre el Nacimiento de Israel

            “Estudiar el enigmático capítulo del nacimiento de Israel (nos dice Zecharia Kallai, de la Universidad Hebrea de Jerusalén), ha significado desenredar las redes de personas, características y narraciones reflejadas en cada periodo, según fueron retrotraídas por las siguientes etapas”[85].

            En efecto, las principales características de la proto-historia de Israel (nos sigue diciendo el profesor Kallai), en torno a su Edad Patriarcal, sus 12 tribus epónimas, las narraciones del Éxodo, y la conquista de la tierra y distribución tribal… expresan conceptos, figuras y episodios, análisis e incluso elementos anacrónicos, que han tenido que ser solventados para entender los principios constantes y generales que construyeron su historia natural[86].

            Se puede concluir, argumentando con el profesor Zecharia, que[87]:

los anacronismos detectados responden a: una conciencia nacional patriarcal no autóctona, y las distracciones en Egipto,
Abraham fue el originador de los movimientos de clanes y tribus de Mesopotamia, del noroeste hacia el suroeste,
en Abraham existió una profunda experiencia espiritual, que forjó una identidad,
varias tribus tuvieron matrimonios mixtos con la población local de Canaán,
los patriarcas de Israel no fueron autóctonos, sino interrelacionados entre ellos,
en el marco del trabajo agrícola fue concebida la idea de que Israel tomara lugar,
el asentamiento en 12 tribus conllevó conexiones matrilineales,
las madres patriarcales fueron las que unificaron o separaron tribus hebreas,
la hermandad Isaac-Ismael y Jacob-Esaú tuvo que ver con las regiones del sur,
10º es inadmisible la distinción entre Israel y Judá,
11º las narraciones sobre Egipto se escribieron bajo un Israel unificado, sin los anacronismos patriarcales,
12º la experiencia de Egipto vino a ser el factor decisivo para Israel,
13º el Exodo supuso la imposición de tradiciones al colectivo por parte de agentes dominantes,
14º cada pueblo asentado fue puesto en relación con su tribu antepasada, por medio de genealogías,
15º Josué y Reyes fueron formulados según una actitud premeditada.

 

MANUEL ARNALDOS, Molina de Segura, España

 

 Act: 25/01/18   @noticias del mundo           E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A 

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[1] cf. PRITCHARD, J. B; The Ancient Near East, ed. Princeton University Press, Berkeley 1966, p. 7. Catedrático en Arqueología por la Universidad de Berkeley-California, sus estudios sobre el tema van a estar muy presentes en el presente ensayo, junto con los del dr. EDMUND I. GORDON, del Museo de la Universidad de Pennsylvania, HERBERT S. BAILEY, director de la Universidad de Los Angeles, y las obras de los profesores HELEN VAN SANDT, GRESSMANN, GALLING, BARTON y ROGERS.

[2] Incluso se utilizaban gentilicios para referirse a ellos: los amorreos, los haneos, los sureños, los norteños…

[3] Como aparece en el Mito de Martu.

[4] cf. SANMARTIN, J; SERRANO, J. M; Historia Antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y Egipto, ed. Akal, Madrid 2006, pp. 46-48).

[5] Tales como la de UTU-SAMAS (dios Sol), NANNA-SIN (dios Luna), INANNA-ISTAR (diosa Venus).

[6] Según la cual, los dioses estaban clasificados por orden de importancia, según: AN-ANUM (dios rey), KINGAL-RABPHURI (dios responsable de la asamblea), DIKU-DAYYANU (dios portavoz de los dioses peritos), DINGIR-ILUM (dios portavoz de los grandes dioses).

[7] Con dioses-patrones como ENKI-EA (dios de Eridu), AN-ANUM (dios de Uruk), NANNA-SIN (dios de Ur), ENLIL-ILLIL (dios de Nippur), MARDUK (dios de Babilonia), ASUR-ASSUR (dios de Asiria).

[8] Como fueron los dioses:

-amorreos, los de mayor influencia periférica, y que lograron hacerse con una teología y panteón propio (como LIM, dios nacional de Amurru; DAGAN, dios de la fertilidad y los muertos; BAAL, dios de la naturaleza y muy perseguido en la época de los profetas; RASAP, dios de la peste);

-hurritas, factor de primer orden en el arco norte sirio, en torno al río Habur y la ciudad de Ugarit (destacando TESUB, dios supremo; SAWUSKA-ISTAR, diosa nacional hurrita; KUMARBI-ENLIL, dios padre de Tesub y de los dioses; SIMIKE, dios del sol; KUSUH, dios de la luna);

-elamitas, de difícil conocimiento, dadas las deficiencias de la lengua elamita, y sólo gracias a los teólogos babilónicos y al paralelismo hecho con los dioses babilónicos (tales como NINSUSINAK, dios nacional de Susa; KIRIRISA, diosa, madre de los dioses).

[9] Como con DINGIR-ILUM, dios de la protección personal, y NERGAL, dios del infierno.

[10] Cuya explicación sobre el dónde, cómo y porqué surgió, casi de la nada, es todo un misterio sin posibilidad de resolución histórica, salvo las mismas explicaciones “reveladas” que el mismo pueblo hebreo fue transmitiéndose de generación en generación. De hecho, tan fuerte prendió y se dio a conocer este fenómeno en el mundo antiguo, que siglos después las mismas pitonisas griegas de Delfos retomarán pasajes íntegros y aprendidos de los profetas ISAIAS, JEREMIAS…

[11] Si en el Protodinástico I (desde el 2.850 a.C) y II (desde el 2.650 a.C), había sido Kis el principal foco de atención mesopotámico, desde el Protodinástico III (desde el 2.550 a.C) el papel predominante va a corresponder a Ur, en la confluencia del Tigris y Eufrates.

             El fundador de las dinastías en Ur había sido MESANNEPADDA en el 2.490 a.C, de cuya época dataron las llamadas tumbas reales, llenas de metales preciosos, instrumentos musicales, vasijas y tiros de carro, donde el monarca se enterraba con sus servidores.

            En torno al 2.500 a.C. se habían puesto por escrito las composiciones literarias sumerias (o Textos arcaicos de Ur), los primeros con nombres propios semitas, y en forma de escritura cuneiforme.

            Hasta el 2.100 a.C. se puede hablar de 400 años en los que en Ur:

-el derecho civil alcanzó su madurez, ya nunca superada,
-la administración pública se convirtió en modelo de los dos milenios siguientes.

            Pero fue en torno al 2.100 a.C, coincidiendo con la figura de ABRAHAM y bajo el rey SULGI, cuando la dinastía III de Ur llevó a su máximo esplendor la cultura de Ur. Aquí, más de 500.000 tablillas nos hablan de:

-una eficacísima burocracia,
-un estado fuertemente central y autoritario,
-ampliación en la red de canales terrenos y fluviales,
-relaciones comerciales con países del Mediterráneo,
-tribunales de jueces independientes y por encima de las autoridades,
-un modelo social estrictamente piramidal,
-concepto real casi divinizado,
-un “código” de conducta ciudadana,
-los primeros nombres extranjeros de clanes esteparios.

            (cf. SANMARTIN, J; SERRANO, J. M; Historia Antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y Egipto, ed. Akal, Madrid 2006, pp. 134-135).

[12] Buscando las nuevas tierras que ABRAHAM había dicho que un nuevo Dios le había revelado.

[13] Por parte sobre todo de la mujer de ABRAHAM, SARHAI, natural de Ningal por llevar el nombre de su divinidad local (dios Luna de Jarán), y cuyos parientes y primeros en unirse al proyecto, SERUG, TERAJ, LABAN… quedaron bien atestiguados en los Documentos de Mari. Todos ellos, junto a las tribus nómadas que se irán sumando al viaje de Abraham, mantendrán sus propios jefes clánicos.

[14] Se trataba, pues, de un dios único, diferenciador respecto al panteón mesopotámico, y que con el tiempo irá adquiriendo tintes identificativos de los clanes “hebreos”, unificados, nómadas y en busca de nuevas tierras prometidas por su dios. Por otro lado, esta nuevo “dios” ya quedó bien atestiguado desde el s. XIX a.C, entre los comerciantes sirios de Capadocia (cf. DEMIR, O; Capadocia, Cuna de la historia, ed. Turistik Yayincilik, Nevsehir 2008, p. 6), casi siempre con el propio nombre semita de EL SHADDAI (Dios de la montaña), o con el nombre de YAV (según aparece en los Documentos de Ebla, del III Milenio a.C).

[15] cf. ALT, A; “Der Gott der Vater”, en Bible et Terra Sainte, XC, París 1983.

[16] En una 3ª fase histórica de Israel, tras la patriarcal y egipcia, e inmersa en la época monárquica, los profetas de Israel atacarán duramente no la teoría arcaica del dios EL (al fin y al cabo, su Dios), sino las prácticas ancestrales cananeas de levantar piedras sagradas, hacer cultos bajo las encinas y compartir banquetes de comunión (de influencia siria y luego fenicia).

[17] Que él mismo comenzó aplicando (y según fue recogido pocos años después, en 1.890 a.C, en el Código de Hammurabi, 145-147, donde se decía que “Si un hombre se casa con su mujer y ésta no le da un hijo, puede tomar a una concubina para tener un hijo. Pero si ésta es esclava y le da un hijo, ya no puede ser vendida, aunque rivalice con su dueña”), pero que acabó sustituyendo, para expulsar a la esclava TAMAR e ISMAEL.

[18] Según apareció ya plasmado en los Documentos de Mari, y como algo nuevo en la zona. En efecto, parece ser que se trató de la aplicación del viejo derecho hurrita, donde un estatuto reconocía la potestad a la mujer hermana del patriarca gozar de los mismos derechos que su marido sobre toda la propiedad. De hecho, ABRAHAM en alguna ocasión recurrió a hacer pasar a su mujer SARHAI como su propia hermana.

[19] Como se pudo comprobar en la adquisición de terrenos por parte de ABRAHAM, en la zona de las cuevas de Macpelá (Gén 23). Y es que, según el derecho hitita, estaba prohibido comprar una cueva sin comprar también el campo, donde había que contar también los árboles.

[20] En este sentido apuntan hoy las excavaciones de la zona de Hatzor, por el montón de piedras, a forma de antiguos templos cananeos, que sirvió de tratado entre Jacob y las tribus arameas, y que también estuvo atestiguado en los Documentos de Mari.

[21] Cambiando así su línea familiar amorita (donde JACOB significaba “Dios salva”) por una nueva línea familiar (de origen todavía desconocido), presumiblemente influido por:

-¿cierto influjo de Ugarit?, de cuyos Documentos de Ebla (del III Milenio a.C) se puede intuir cierta palabra parecida a “Israel”, y en cuyas epigrafías del s. XIV a.C. ya aparecen testimonios hebreos-sirios;

-¿el alza del santuario de Siquén?, donde se adoraba a El-Dios Berit-de la Alianza, del que luego hablará MOISES para entroncarse con la línea patriarcal;

-¿el auto-posicionamiento de Raquel respecto a Lia?, cuya esclava le había dado los 10 primeros hijos a JACOB, y con cuyos hijos propios JOSE y BENJAMIN, RAQUEL trató de ser la transmisora de la línea patriarcal. De hecho, tras Raquel ya no será el primogénito el único heredero total, sino que hubo repartición de la herencia entre los 12 hijos por igual.

[22] Surge aquí la cuestión de los 10 hijos de LIA y los 2 de RAQUEL. ¿Fueron los 10 hijos de la “esclava” los designados por la Biblia para significar a las 10 tribus que se habían ido añadiendo desde los tiempos fundacionales al patriarca ABRAHAM, y que no fueron heredando por línea sanguínea patriarcal? En ese sentido, quedaría justificada la repartición de la herencia en 12 partes-regiones, dentro de la idea de asentamiento definitivo de JACOB, de las lícitas reclamaciones y luchas de RAQUEL para con sus 2 hijos, y del cambio del nombre amorita Jacob por el (todavía desconocido) de Israel.

[23] cf. LEICK, G; Mesopotamia; la invención de la ciudad, ed. Paidós, Barcelona 2002, pp. 21-22.

[24] No hay más que leer el Poema de Gilgamesh, auténtico paralelo de la Biblia hebrea en docenas de versículos. Destaquemos los 18 paralelismos principales.

1º) El emplazamiento geográfico. El poema se desarrolla en Uruk, ciudad de Mesopotamia que, como otros relatos bíblicos, utiliza el río Eufrates:

            “En el Eufrates se lavaron las manos” (Tablilla VI, 176),
            “El cuarto río es el Eufrates” (Gén 2,14).

2º) Se observa también la descripción evangélica indicada en los Sinópticos:

            “Lo oculto vio, desveló lo velado” (Tablilla I, 5),
            “Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse” (Mt 10,26).

3º) El número 7, tan utilizado en la Biblia, adquiere también en las Tablillas I, VI y VII un gran significado:

            “¿No echaron sus cimientos los 7 sabios?” (Tablilla I, I, 19),
            “Habrá 7 años de cáscaras hueras” (Tablilla VI, 104),
            “Aunque sea madre de siete” (Tablilla VII, IV-10).

4º) La expresión “ver el rostro” (gloria) recuerda a Exodo:

            “Levanta, pues, y vamos, para que vea tu rostro” (Tablilla I, V, 4),
            “Oh cervecera, ahora que he visto tu rostro, no consientas que vea la muerte que constantemente temo” (Tabl. X, II, 12-13),
            “Oh Sursunabu, ahora que he visto tu rostro, muéstrame a Utnapistim el Lejano” (Tablilla X, IV, 12),
            “Déjame ver, por favor, tu rostro” (Ex 33,18),
            “Pero mi rostro no podrás verlo” (Ex 33,20).

5º) Aparece en la Tablilla II el segundo mandamiento del Deuteronomio:

            “Amarás a él como a ti mismo” (Tablilla II, II, 21),
            “Amarás al prójimo como a ti mismo” (Lev 19,18).

6º) La invitación de la ramera a Endiku a comer y beber, recuerda notablemente el Eclesiastés:

             “Come el alimento, Endiku, porque es deber de vida; consume la bebida fuerte porque es costumbre de la tierra (Tablilla II, III, 12-14),
            “Anda, come con alegría tu pan y bebe de buen grado tu vino” (Qo 9,7).

7º) También la presentación de Gilgamesh a Endiku recuerda bastante a Eclesiastés:

            “¿Quién, amigo mío, puede escalar al cielo? Sólo los dioses viven eternamente bajo el sol. Para la humanidad, ¡contados son sus días!; cuanto ejecuta no es sino viento. Incluso tú temes a la muerte (Tablilla III, 5-9),
            “¿Qué saca el hombre de todo su afán bajo el sol?” (Qo 1,3),
            “Lo que hacen bajo el cielo durante los contados días de su vida” (Qo 2,3).

8º) El relato de los siete años de cáscaras entre la diosa Istar y su padre el dios Anu parece un antecedente del sueño del faraón que interpretó José, y que viene detallado en el Génesis. Los paralelismos entre ambos relatos son elevados:

           “Anu abrió la boca para hablar, diciendo a la gloriosa Istar: “Si hago lo que me pides habrá siete años de cáscaras hueras. ¿Has cosechado grano para la gente? ¿Has cultivado hierva para las bestias?” Istar abrió la boca para hablar, diciendo a Anu, su padre: “Grano para la gente he almacenado, hierva para las bestias he proporcionado. Si ha de haber siete años de cáscaras, he reunido grano para la gente, he cultivado hierva para las bestias (Tablilla VI, 101-113),

            Las siete vacas buenas son siete años de abundancia y las siete espigas buenas, siete años son: porque el sueño es uno solo. Y las siete vacas macilentas y malas que subías después de aquellas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas, es que habrá siete años de hambre… Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición del faraón en las ciudades y lo guardarán. De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre” (Gén, 41, 26-27, 35-16).

9º) El regreso de Gilgamesh, después de dar muerte al Toro del Cielo, a Uruk, está dotado de la misma festividad con que se recibe al pastorcillo David después de dar muerte al gigante filisteo Goliat, relato descrito en I Samuel:

            Atravesando la calle comercial de Uruk. La gente de Uruk se reúne para contemplarlos. Gilgamesh a las tañedoras de lira de Uruk dice estas palabras: “¿Quién es el más espléndido entre los héroes? ¿Quién el más glorioso de los hombres?” “Gilgamesh es el más espléndido entre los héroes, Gilgamesh es el más glorioso de los hombres (Tablilla VI, 178-185),

            A su regreso, cuando volvió David de matar al gigante filisteo, salían las mujeres de todas las ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl para cantar, danzando al son de adufes y triángulos, con cantos de alegría. Las mujeres, danzando, cantaban a coro: “Saúl mató a millares y David mató a miríadas” (1 Sam 18, 6-7).

10º) La frase de Miguel de Cervantes “es mejor el camino que la llegada”, con un significado bíblico tan propio de los Sinópticos, tiene su sitio la Tablilla VII:

            El camino será tu morada, la sombra de la pared será tu paradero” (Tablilla VII, III, 19-20),
   
         Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; Pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mt 8,20).

11º) A la muerte de Endiku, Gilgamesh realiza ritos que, aun estando prohibidos por la Ley, vienen citados por el propio Jeremías:

            “Arrancándose el pelo y esparciéndolo, desgarrando y diseminando su atuendo como si estuviera impuro... (Tablilla VIII, II, 21-23),
            “Morirán grandes y chicos en esta tierra. No se les sepultará, ni nadie les plañirá, ni se arañarán ni se raparán por ellos” (Jer 16,6).

12º) También se deja ver en la Tablilla X un anticipo del mensaje del evangelio de Juan:

            “Deja que mis ojos contemplen el sol, a fin de que me sacie de luz. La oscuridad se retira cuando hay luz suficiente. Ojalá que el que esté en verdad muerto, vea aun el resplandor del sol (Tablilla X, I, 13-16),
            “Yo soy luz del mundo. El que me siga no caminará en oscuridad, sino tendrá la luz de vida” (Jn 8,12).

13º) La Tablilla X del Poema de Gilgamesh tiene numerosas coincidencias con el Eclesiastés:

            Gilgamesh, ¿dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás. Cuando los dioses crearon la humanidad, la muerte para la humanidad apartaron, reteniendo la vida en las propias manos. Tú, Gilgamesh, llena tu vientre, goza de día y de noche. Cada día celebra una fiesta regocijada, día y noche danza tú y juega. Procura que tus vestidos sean flamantes, tu cabeza lava, báñate en agua. Atiende al pequeño que toma tu mano, que tu esposa se deleite en tu seno, pues esa es la tarea de la humanidad (Tablilla X, III, 1-14),
            “Esto he experimentado: lo mejor para el hombre es comer, beber y pasarlo bien en todos sus fatigosos afanes bajo el sol, en los contados días de su vida” (Qo 5, 17),
            “Y yo por mí alabo la alegría, ya que otra cosa buena no existe para el hombre bajo el sol, si no es comer, beber y divertirse” (Qo 8, 15),
            “Anda, come con alegría tu pan y bebe de buen grado tu vino. En toda sazón sean tus ropas blancas y no falte ungüento sobre tu cabeza. Vive la vida con la mujer que amas, todo el espacio de tu vana existencia que se te ha dadol” (Qo 9, 7-9).

            “Desde los días de antaño no hubo permanencia; los que descansan y los muertos ¡qué iguales son! (Tablilla X, VI, 32-33),
            “No hay recuerdo de los antiguos, como tampoco de los venideros quedará memoria en los que después vendrán” (Qo 1,11),
   
         No hay recuerdo duradero del sabio ni del necio; al correr de los días todos son olvidados” (Qo 2,16).

14º) También se aprecia un cierto paralelismo entre la Tablilla X y el Deuteronomio:

            “Mammetum, hacedor del destino, con ellos decreta el hado: muerte y vida determinan (Tbl X, VI, 37),
            “Te pongo delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues” (Dt 30, 19).

15º) La Tablilla XI es una descripción del diluvio con un paralelismo elevado con el diluvio de Noé referido en el Génesis:

            “Demuele esta casa, construye una nave” (Tablilla XI, 24),
            “Hazte un arca de maderas resinosas” (Gén 6, 14).

            “El barco que construirás, sus dimensiones habrá que medir. Igual será su amplitud y su longitud: diez docenas de codos la altura de cada pared (Tablilla XI, 28-30 y 57),
            “Así es como lo harás: longitud del arca, trescientos codos; anchura, cincuenta codos; altura, treinta codos” (Gén 6, 15).

            Las dos barcas eran, pues, bien diferentes; la del Poema de Gilgamesh era cúbica, de 54 metros de lado, mientras que la de Noé era mucho más marinera, de dimensiones 135 x 22,5 x 13,5 metros, y con una capacidad casi cuatro veces menor que la primera.

            “He sabido que Enlil me es hostil, de modo que no puedo residir en vuestra ciudad, ni poner mi pié en el territorio de Enlil (Tablilla XI, 39-41),
            “Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía sobre la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba eran puro mal de continuo…” (Gén 6,5).

            “Los proveí de seis puentes” (Tablilla XI, 60),
            “y haces un primer piso, un segundo piso y un tercero” (Gén 6,16).

            “Seis medidas de betún eché en el horno” (Tablilla XI, 65),
            “y las calafateas por fuera y por dentro con betún” (Gén 6,14).

            “Cuanto tenía cargué en él, cuanta plata tenía cargué en él, cuanto oro tenía cargué en él, cuantos seres vivos tenía cargué en él. Toda mi familia y parentela hice subir en el barco. Las salvajes criaturas de los campos, todos los artesanos hice subir a bordo (Tablilla XI, 80-86),
            “Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio. De los animales puros, y de los animales que no son puros, y de las aves, y de todo lo que serpea por el suelo, sendas parejas de cada especie entraron con Noé en el arca, machos y hembras, como había mandado Dios a Noé” (Gén 7, 7-9).

            “Los dioses se aterraron del diluvio” (Tablilla XI, 113),
            “Nunca más volverá a maldecir el suelo por causa del hombre, ni volveré a herir a todo ser viviente, como lo he hecho” (Gén 8,21).

            “En el monte Nisir el barco se detuvo” (Tablilla XI, 140),
            “Varó el arca sobre los Montes de Ararat” (Gén 8,4).

            “Envié y solté una paloma” (Tablilla XI, 146),
            “Después soltó la paloma, para ver si habían menguado las aguas de la superficie terrestre” (Gén 8,8).

            “Después envié y solté un cuervo” (Tablilla XI, 152),
            “y soltó al cuervo” (Gén 8,7).

            “Entonces dejé salir todo a los cuatro vientos” (Tablilla XI, 155),
            “Todos los animales salieron por toda la faz de la tierra” (Gén 8,19).

            “Y ofrecí un sacrificio. Vertí una libación en la cima del monte. Siete y siete vasijas cultuales preparé, sobre sus trípodes amontoné caña, cedro y mirto (Tablilla XI, 155-158),
            “Noé construyó un altar a Yahveh, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar” (Gén 8,20).

            “Los dioses olieron el sabor” (Tablilla XI, 160),
            “Al aspirar Yahveh el calmante aroma” (Gén 8,21).

16º) La descripción de males que describe la Tablilla XI, presenta una cierta correlación con los indicados por Ezequiel:

            “Ojalá un león hubiera surgido para disminuir la humanidad, ojalá un lobo hubiera surgido para disminuir la humanidad, ojalá un hambre hubiera surgido para menguar la humanidad, ojalá una peste hubiera surgido para herir a la humanidad (Tablilla XI, 183-186),
            “Cuando yo mande sobre Jerusalén mis cuatro terribles azotes: espada, hambre, bestias feroces y peste, para extirpar de ella hombres y bestias” (Ez 14,21).

17º) El final del Poema de Gilgamesh tiene un completo paralelismo con el relato de los capítulos 2 y 3 del Génesis acerca del árbol de la ciencia del bien y del mal, así como de la caída de Adán (primer hombre) y Eva (primera madre), a través de una serpiente:

            “Y un secreto de los dioses te diré: esta planta como el cambrón es, sus espinas pincharán tus manos como la rosa. Si tus manos obtienen la planta, tu hallarás nueva vida (Tablilla XI, 267-270),
            “Y Dios impuso al hombre este mandamiento: de cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieras de él, morirás sin remedio” (Gén 2, 16-17).

            “Cogió la planta, aunque pinchó sus manos” (Tablilla XI, 274),
            “Después de veinte leguas, comieron un bocado” (Tablilla XI, 284),
            “Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió” (Gén 3,6).

            “Ursanabi, esta planta es una planta aparte, por la que el hombre puede reconquistar el aliento de su vida” (Tablilla XI, 278-279),
            “Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal” (Gén 3,5).

            “Una serpiente olfateó la fragancia de la planta” (Tablilla XI, 287),
   
         La serpiente era el más astuto de todos los animales… y dijo a la mujer” (Gén 3,1).

            “Al retirarse (la serpiente), mudó de piel” (Tablilla XI, 289),
            “Sobre tu vientre caminarás (la serpiente), y polvo comerás todos los días de tu vida” (Gén 3,14).

18º) Existen otros temas en el mesopotámico Poema de Gilgamesh de cierto parecido o relación con varios textos hebreos bíblicos. Indudablemente, estamos ante dos textos, datados hacia finales del II milenio a.C, de indudables ascendencias y coincidencias (cf. ARNALDOS, M; “Paralelismos Gilgamesh-Biblia”, en Aula, Orihuela 1989).

[25] Según recoge la tradición bíblica hebrea.

[26] Según recoge la tradición babilónica.

[27] 1880-1960, y al frente de la gigantesca expedición  de la UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, MUSEO DE FILADELFIA, MUSEO BRITANICO DE LONDRES, MUSEO ASHMOLEAN y UNIVERSIDAD DE OXFORD y mundiales medios de comunicación, sobre la antigua ciudad de Abraham, Sir C.L WOOLEY agitó al mundo entero tras su descubrimiento en la campaña arqueológica nº 7 (conocida como Ur VII).

             En efecto, y tras las campañas de 1922, 1923, 1924, 1925, 1926-27, 1927-28, y anterior a la última de 1933-34, WOOLEY se disponía a comenzar los sondeos inferiores bajo las tumbas descubiertas en Ur VI. Fue entonces cuando descubrió un imponente estrato de sedimento arcilloso (como se analizará a continuación) que se superponía al nivel del periodo de UBAID, y como único resultado de una fuerte inundación o diluvio (cf. MOLINA, M; “Ur, ciudad de los caldeos”, en Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Madrid 2010, pp. 516-569).

[28] Ver en la nota 57.15 para analizar las semejanzas y diferencias en cuanto al arca y los salvados, entre la Biblia hebrea y la tradición babilónica.

[29] Descubierta en el funerario Templo Mernepta de Tebas, con la citación ex-profeso de Israel, como:

-otro nombre dado a Canaán,
-apellidada como Hurru (o tribu hurrita, una de las tantas tribus que componían el espacio hebreo).
-entidad real y firme que existía desde tiempo atrás,
-territorio con sus propias demarcaciones, y sus propias ciudades (como Guezer, al sur de Israel, y donde se ha encontrado el primer escrito en hebreo, y primer calendario agrícola de la Historia; y como Yanoam, al norte de Israel).

            Traducida por J.A. WILSON, cabría resaltar:

-el término salam, que admite las variantes de “piedad” y de “paz”;

-el término Israel, única palabra en el contexto que lleva determinativo (lit. “el Israel”) como realidad de pueblo y no de país (los otros pueblos son citados con los términos madjoi, nau y tekten). Hecho importantísimo, pues implica que los hijos de Israel vivieron en Israel, pero todavía no como país organizado ni pueblo unificado;

-la alusión a la Hatti hitita, como una potencia que se había pacificado, quizás porque tiempo atrás hizo más bien la guerra (de hecho, fue otra de las causas de los movimientos migratorios mediterráneos y hebreos hacia Egipto).

[30] Donde fueron estableciéndose, sucesivamente, en la zona de las canteras de Elefantina, en la 1ª catarata del Nilo. Por esta razón fue por lo que, en la XII dinastía, AMENEMHET I estableció a un príncipe en Elefantina, con el título de “jefe de los países extranjeros”, y cuya misión consistía en asegurar la defensa de la frontera meridional.

            SESOSTRIS III, en este control de los hebreos venidos a Egipto, también fortificó Kerma, cerca de la 3ª catarata, abriendo un canal para que los barcos pudieran superar la 1ª catarata, y repartiendo guarnicio­nes por la región, hasta la 2ª catarata.

[31] Ya en la XII dinastía, y  retomando posiblemente una política fronteriza anterior (del Reino Antiguo de Memphis), el nuevo Reino Medio de Tebas adoptó, sobre los territorios fronterizos del norte, una política de carácter defensivo.

            AMENEMHET I mantuvo relaciones amistosas con Siria, y sobre todo con Biblos, donde tal vez residía un representante egipcio. También activó el comercio con Chipre y Siria-Israel, llegando a Egipto cada vez en mayor cantidad: objetos de bronce y piedras preciosas, manufacturas, objetos con motivos en espiral y trenzados cretenses.

            SESOSTRIS III realizó también expediciones hasta Siquén-Israel, trayendo personal hebreo esclavizado (de las campañas) o voluntario (de sus aristocracias, para enlazar vínculos).

[32] Parece ser que los hebreos comenzaron a ser empleados para las construcciones de AMENEMHET III, (dinastía XII) en su obra de canalización y aprovechamiento de la zona, y en la construcción en Hawara de una pirámide y gigantesco templo funerario (con más de 3.000 salas, que los griegos compararon con el Laberinto cretense, e incluyeron entre las siete maravillas del mundo).

             También parece ser que los nuevos inmigrados se asimilaron bastante bien con los autóctonos egipcios, adoptando su lengua, escritura y costumbres. Aunque sus obras semitas, también cultivadas aquí, no fueron para nada inferiores estilísticamente a las egipcias, aunándose ambas, por ejemplo y hacia las dinastías XV y XVI, en papiros de notable valor literario y científico.

[33] TUTMOSIS III, y ya antes otros faraones para otras facetas, habían invitado a población hebrea de Canaán-Israel a trabajar expresamente en las minas de turquesa de Serabit, al sur del Sinaí (de cuyas tribus proto-sinaíticas saldrá aparentemente la futura familia política de MOISES, por parte de su suegro JETRO).

            De estos movimientos convenidos por ambas partes fue de donde salió, a mediados del II Milenio a.C, y en la zona de Guezer-Sinaí, la 1ª escritura tránscrita, eslabón entre la escritura jeroglífica y la alfabética, y posible origen del hebreo.

[34] Lit. “tribus pastoriles extranjeras”, llamadas así por MANETHON por “venir de forma inesperada desde el Oriente, como estirpe desconocida que penetró en el país y lo conquistó”.

            En efecto, hacia el final del s. XVIII a.C, la expansión del Impe­rio hitita desde Capadocia hacia Siria e Israel había provocado la fuga de muchos grupos hebreos hacia el Sur, junto con indoeuropeos y pueblos autóctonos. Canalizada entre el mar y el desierto, esta masa nómada se dirigió hacia el Delta egipcio, haciéndose demográficamente con la región.

            Con esta llegada de tribus hebreas (junto a otras indoeuropeas, como ya se ha dicho, y que posiblemente fueron las problemáticas), el pueblo egipcio comenzó a experimentar un creciente sentimiento nacional, que culminará en RAMSES II (dinastía XIX, s. XIII a.C) y la expulsión definitiva de todos estos pueblos de suelo egipcio.

            En efecto, los faraones de la XVII dinastía ya habían comenzado una actitud de clara hostilidad hacia los inmigrados, hebreos y asiáticos. La insurrección nacional, con centro en Tebas, fue iniciada por SEKENENRE TAA II, y continuada por su hijo KAMOSIS, a pesar de las exhortaciones a la prudencia que le dirigían sus consejeros y notables.

            Así, fue AHMOSIS, hermano de Kamosis, el que finalmente llevó a término la 1ª expulsión de los hebreos-hicsos:

-conquistando su ciudad-refugio Avaris, en una campaña a través de pantanos y por tierra,
-persiguiéndolos hasta Sharuhen, en Bersebá-Israel,
-incendiando su ciudad-origen de Laquis, al sur de Judá.

            Fue el I Exodo hebreo, datado en 1.550 a.C, y que culminaría con el definitivo de RAMSES II en 1.250 a.C.

[35] Muchos de los cuales habían salido con ABRAHAM y su búsqueda de tierras occidentales, tras sus contactos con SARGON DE AKKAD en el s. XXIV a.C. A su llegada a suelo cananeo, habían sido establecidos en la zona sirio-israelita de Ugarit, en torno al s. XVIII a.C, y en la de Nuzi-Mitani, en el s. XVI a.C.

            Comerciantes por naturaleza (introdujeron el caballo y carro de combate hitita, o quizás lo inventaron ellos, pues se enterraban con ellos, como se ha descubierto en Jericó), las tribus hebreo-hurritas habían pasado a controlar la Vía Maris Egipto-Mesopotamia, plantando campamentos y hasta 300 comunidades propias, en las mismas Tell el Amarna y Tanac.

            TUTMOSIS III, hacia 1.450 a.C. y ante la riqueza que iban acumulando, tuvo que expulsarlos de suelo egipcio, con todas sus posesiones, y perseguirlos hasta sus guarniciones originales de Galilea, desde Cadés hasta el Oronte.

[36] Antiguos salteadores de caminos, que procedían de todos los sitios y que operaban por doquier durante todo el II milenio a.C, reclutando a la gente marginal de las urbes (mendigos, prostitutas o incluso reyes destronados; de ahí el llamarles “los escapados”), e integrándolos en bandas criminales, sin cultura ni lengua propia.

             Sumados al proyecto “Abraham” de reclutamiento de clanes nómadas mesopotámicas en busca de asentamiento conjunto, los habiru habían dado fama, e incluso (malinterpretadamente por parte de la historiografía contemporánea, que quiere ver en ellos directa y simplistamente a los hebreos, por la simplista afinidad terminológica) cierto estilo de vida a varios clanes hebreos (de ellos pudieron provenir los jebuseos, adueñados de Jerusalén y sus contornos, y hostiles incluso a los mismos clanes hebreos que volvieron de la experiencia en Egipto).

            Capturados por los faraones de la XVIII dinastía, tras haber merodeado por las costas de Gaza (unidos a los filisteos, y al servicio de un tal patriarca GAT), y reducidos a la esclavitud más opresiva de la XIX dinastía, RAMSES II los pudo utilizar tanto en sus obras públicas como en sus campañas contra los hititas (el padre DE VAUX habla del conocimiento que los habiru tenían de los dioses hititas, al tiempo que éstos aparecen en documentos hititas de la Capadocia).

[37] Al norte de El Cairo, en lo que fue su primer emplazamiento (aunque sucesivamente irán esparciéndose hacia el sur). Dotado con estructuras para 40.000 personas, el campamento estuvo rodeado por una explanada de arena apisonada cubierta de ladrillos y cemento. Venía luego una rampa de 60m. protegida por 2 torres que facilitaba el acceso a los carros (cf. CASTEL, F; Historia de Israel y Judá, ed. Verbo divino, Estella 1994, p. 36).

[38] Al este del delta, y en lo que fue el centro de la “política” hebrea en Egipto. No obstante, la mayor concentración de población siguió siendo la establecida en la primigenia Elefantina, sede de las primeras migraciones hebreas, y con población obrera que siguió al servicio del faraón.

             Avaris, producto de las segundas migraciones (forzadas por el empuje asiático hacia Siria-Israel y hacia Egipto), fue ya otra cosa, más problemática para Egipto. De hecho, su tesorero mayor (como fue el ejemplo de HUR, a veces mal identificado con JOSE, por sus relaciones con Israel) tuvo que ser siempre integrado en la corte faraónica (y en ocasiones con bastante puente armonizador, como se ve en la corte de AKENATON del s. XIV a.C).

[39] Donde parece ser que se desarrollaron los hechos definitivos de MOISES y AARON, encabezando a todos los clanes hebreos en Egipto, en enfrentamiento total con RAMSES II. No obstante, cartas encontradas en Elefantina de judíos escribiendo a Jerusalén, así como pictografías sobre templos arcaicos de la actual Aswan, representando a Moisés con su cayado sobre el río Nilo, a nivel de provocar epidemias o maleficios contra Egipto, van en ese sentido.

[40] Alguna de las cuales había sido sesgada radicalmente de Israel, como fue el caso del elemento religioso.

[41] En las oficinas del visir del faraón había un catastro de las tierras, y el gran Papiro Wilbour, del Museo de Brooklyn, demuestra la meticulosidad de las mediciones de tierras y de las relaciones de impuestos en tiempos de los Ramésidas, por ejemplo.

[42] La de los escribas palaciegos. De hecho, el nivel de los ejercicios escolares que se han encontrado en Deir el-Medina y otros lugares sugiere un gran nivel de discipulado palacial.

            La instrucción empezaba a los 4 años y terminaba a los 16 (a juzgar por la carrera del sumo sacerdote BAKENKHONS, durante el reinado de RAMSES II). Para aprender las expresiones de épocas pasadas, los escribas muchas veces tuvieron que luchar con una lengua casi muerta y difícilmente entendible. Pero es así como enseñaron a los hebreos a mantener una cultura.

            Alumnado que, por otra parte, debía ser comenzado por el aprendizaje de:

-memorizar diferentes signos, agrupados en diversas categorías,
-descifrar palabras, seleccionadas según su significado,
-copiar extractos de los clásicos, traduciéndolos a otras lenguas vernáculas.

            El papiro era demasiado caro para ser gastado por los principiantes, y en su lugar se utilizaron tablillas y ostrakas-tiras de arcilla. También se enseñó: el dibujo con pluma, geografía, matemáticas, extranjerismos, artículos comerciales, equipo de viaje, fiestas religiosas, anatomía...

            El ideal egipcio fue siempre aprender sin esfuerzo, aunque también utilizó el castigo corporal, haciendo al alumno saber que si era perezoso se le podía apalear públicamente. En Sátira sobre el comercio, una y otra vez, el profesor intentaba motivar a  sus alumnos en sus aburridas tareas, comparando la fácil labor de un escriba experimentado con las miserias de otros oficios.

[43] El sacerdocio, organizado en torno al Sumo Sacerdote del dios local, fue dedicando pronto recursos considerables, llegando a convertirse en una profesión muy especializada, al servicio de los dioses estatales (AMON de Tebas, PTAH de Memphis y RA-HARAKTE de Heliópolis) y como especialistas en medicina, arquitectura, rituales mágicos, formulas funerarias y política faraónica (de hecho, el faraón tenía que ser sacerdote para ser faraón).

             La formación sacerdotal también introducía en los modelos internos de administración, ya que también los futuros sacerdotes debían dirigir un auténtico “estado” sacerdotal dentro del estado egipcio, con toda una serie de sirvientes (los que hacían las ofrendas florales, un jefe de camareros, un supervisor de su granero, almacenes y ganado, cazadores, campesinos, tejedores, artesanos, joyeros, escultores, carpinteros, diseñadores, archiveros, policías…) y escribas y artistas especializados a su servicio.

[44] Para la carrera de medicina, impartida en los templos pero abierta a todos los más cualificados, se necesitaba además una instrucción particularizada, de maestro a aprendiz, y para ello era preciso saber leer muy bien. Así, habían tratados, casi científicos, como:

-el Papiro de Edwin Smith, sobre cirugía y fracturas,
-el Papiro Kahun, sobre ginecología,
-el Papiro Ebers, sobre recetas, panaceas y acontecimientos mágicos.

[45] Múltiples son los papiros con indicaciones acerca del placer de adquirir la ciencia por sí misma, con llamamientos a “adquirir la alta categoría del aprendiz; pues la pluma y el papiro son agradables y productivos, y da felicidad a lo largo del día”.

             También parece ser que algunas muchachas aprendieron a leer y a escribir para su provecho y placer. Por lo menos se habla de una escriba en tiempos del Egipto Medio, y en el Bajo Egipto las expresiones son más grandilocuentes. Se han conservado, así mismo, tablillas de las dos hijas de AKHENATON, y un grafito en la Pirámide de Zoser alude burlescamente a las aficiones literarias femeninas.

[46] En la fabricación de ladrillos para los almacenes de TUTMOSIS III, junto a sirios y nubios; en los trabajos de Memphis bajo AMENOFIS II, en los de Pitom bajo SETI I, en los de Pi Ramsés bajo RAMSES II…

[47] A quienes los egipcios emparentaban con los quenitas y los sasu, y relacionaban con los habiru, y que en el futuro introducirán a MOISES en la circuncisión y su consejo de ancianos.

[48] Cuyo origen procedendístico es auténticamente demencial, pues:

-Abraham dejó su línea directa en los madianitas, que adoraban al arcaico EL-ELOIM,
-los sasu, enfrentados con los madianitas, eran los adoradores de YHV,
-los madianitas fueron muy pronto terribles adversarios de Israel (cf. Números 31, 1-12),
-Moisés se presentó a los hebreos como el enviado de YAHVEH, Dios de Abraham.

[49] Representado como toro esculpido y cubierto de oro, como serpiente protoprotaica dador de salud, como cordero vinculado al dios AMON-RA de Karnak.

[50] Ya se han mencionado los orígenes sesgados, y mezclados en las diversas tribus hebreas, de que disponemos por el momento, en torno a la fusión del:

-el dios revelado a Abraham, EL SHADAI,
-el dios cananeo, EL,
-el dios ¿desconocido?, YAV (de origen abrahámico y presente en los Documentos de Ugarit del III milenio a.C) o YHV (mantenido por los quenitas).

[51] Que fue lo que provocó su enfrentamiento con AARON, representante de la tribu sacerdotal de LEVI, una de las 12 tribus independientes del patriarca JACOB.

[52] Con su triple y unificador ritual de la Pascua:

-ritual del cordero inmolado, cuya sangre espantaba a los malos espíritus, en las tribus nómadas,
-ritual de los panes ázimos, como primicias que eran ofrecidas a Dios, en las tribus sedentarias,
-ritual de las hierbas amargas, que recordaba la pérdida de la tierra prometida y esclavitud en Egipto.

[53] Conseguida posiblemente por medio de un pulso maléfico, cara a cara entre TUTMES y RAMSES, y donde todo el aparato sacerdotal egipcio fue puesto en práctica. Las maldiciones de MOISES, contrarrestadas casi todas por los sacerdotes egipcios (conversión de agua en sangre, encantamiento de animales, epidemias y enfermedades humanas, fenómenos atmosféricos) acabaron en una autentica desgracia (la muerte de inocentes y más débiles), permitiendo el permiso forzado que pedían los hebreos a RAMSES II.

[54] Como ya se analizó en su momento.

[55] Cuyo número total de personas ascendía a 660.000, según la Biblia.

[56] Probablemente tras la paz firmada por Egipto con los hititas, tras la Batalla de Kadesh.

[57] Posiblemente reclamando libertad, por la sumisión que los hebreos habían ofrecido a RAMSES II para su batalla contra los hititas en la Batalla de Kadesh, y que parece que luego Ramsés II no quería premiar ni reconocer.

[58] Como son:

-Ruta del norte, a través de los dominios filisteos y fortalezas fronterizas egipcias,
-Ruta de los lagos Amargos, en línea recta al monte Horeb, y de ahí a Judá,
-Ruta del Mar Rojo I, bordeando el golfo de Suez, bajando al Sinaí y subiendo al Mar Muerto,
-Ruta del Mar Rojo II, hacia el golfo de Aqaba, cruzando a Arabia, y entrando por Transjordania.

[59] Hoy en día. una serie de excavaciones en el Mar Rojo están descubriendo en el punto de Nuweiba:

 

-ruedas metálicas de carros egipcios de combate (cf. WYATT, R; The underwater land bridge at Nuweiba, Egypt),
-huesos mineralizados humanos (cf. DEPARTAMENTO DE OSTEOLOGIA;  New discoveries at Nuweiba, ed. Universidad de Estocolmo),
-columnas fenicias acostadas en ambas playas,
-inscripciones fenicias sobre Mizraim (Egipto), Salomón, Edom, Muerte, Faraón, Moisés, Señor
.

[60] Pivotado en torno a la exclusión radical, en el nuevo pueblo judío:

-de cualquier mínimo conato que pueda llevar al politeísmo o henoteísmo,
-de todo tipo de magia, superstición, maldición o tabú.

[61] Con paralelos increíbles con leyes hititas, babilónicas y sirias.

[62] Como la circuncisión, ley del talión, ofrecimiento de primogénitos, bendición y autoridad del padre-patriarca de familia… Incluso la división territorial que se impondrá a la llegada a Israel, volverá a ser la provincial-tribal que estableció JACOB en su momento (con persistente diferenciación, si cabe, de las tribus primigenias, aunque los matrimonios mixtos vayan mezclando a los judíos en una misma raza)

[63] Con leyes sólo para nómadas, leyes sólo para sedentarios, y toda una serie de casuística sobre la vida cotidiana de Israel.

[64] Una, la oficial y comandada por JOSUE, mas militarizada y que fue combatiendo principalmente a las ciudades rebeldes de:

-Jericó, cuyas murallas ya habían sido derribadas parcialmente en 1.550 a.C. por AMOSIS de Egipto,
-Ay, enclave del IV milenio a.C, y que tras sus primeras resistencias, fue destruida y vuelta a levantar,
-Gabaón, poseedora de una enorme cisterna para 180.000 litros de agua, y cuya conquista fue pactada,
-Guilgal, cuyo santuario fue purificado y retomado, su población circuncidada por completo, y vivió la 1ª pascua en suelo nacional,
-Hatzor, vía comercial norteña del estaño, y cuya destrucción del 1.210 a.C. ha quedado atestiguada,
-Siquén, donde se renovó la alianza sinaítica y cuya Asamblea de Siquén:

-coaligó a todas las tribus hebreas, en torno (únicamente, y de momento) a la ley cultual,
-permitió la integración en Israel a los descendientes de los autóctonos cananeos, incluido Edom.

            Otra línea fue la que directamente corrió a tomar posesión de sus terrenos, sin apoyar la causa nacional, y de cuya instalación carecemos de datos contrastados. Pudieron ser las tribus posteriormente sometidas por las participantes en la reconquista nacional, como:

-la tribu de RUBEN, que luego fue aplastada por la tribu de GAD,
-la tribu de DAN, que fue a tomar posesión por su cuenta de Corza y Estaol, y que:

-o intentaron luchar contra los fronterizos filisteos y fueron exterminados,
-o se extraviaron por otras tierras (pues más tarde aparecen danitas dando tumbos por Siquén),
-o se coaligó con los habitantes autóctonos (con los daneos del mar, y de ahí su futura acusación de poseer barcos y un santuario idolátrico).

[65] Alguna de las cuales:

-desaparecieron, como el clan de MAQUIR, posiblemente fusionado-integrado por el potente clan de EFRAIM,
-se incorporaron al nuevo proyecto, como el clan de YAIR, que había permanecido sin bajar a Egipto, y ocupaba 30 ciudades en la zona norte,
-se mostraron reacias a la distribución arcaica impuesta, como el clan de MANASES, que fue colocado como frontera ante los filisteos, sin recursos hidráulicos ni defensivos en sus dominios.

[66] Como la samaritana, que como tribu escindida de ABRAHAM, había decidido quedarse en Canaán y no bajar a la aventura egipcia, y que siguió transmitiendo su propia versión de los hechos, incluso una vez que Jueces, Josué… fueron puestos por escrito.

[67] Pues, como se verá a continuación, los desmadres se habían ido multiplicando entre las tribus tras el asentamiento en la tierra prometida, y los jueces y gobernadores locales de Israel no paraban de denunciar esta situación.

[68] Decisión política trascendental que había empezado a promover el sacerdote SAMUEL, encargado de la custodia del Arca de la Alianza en Siló, y que hacia 1.050 a.C. tuvo que pedir apoyo a todas las tribus para rechazar a los enemigos filisteos. En efecto, con un Israel dividido internamente y con enemigos exteriores tan visibles como el Imperio fenicio de Tiro y el Imperio asirio de Assur, Samuel empezó a reunir a todas las asambleas tribales, y a convencerlas de cara a someterse al ideal de un reino político, económico y militar, bajo la tutela intelectual sacerdotal.

           El primero de los reyes elegidos fue, por mayoría tribal, el caudillo de la tribu de BENJAMIN (que junto a la de EFRAIM se situaba a la cabeza demográfica y religiosa, las dos en el centro de Israel, y cuya pugna por el primer rey no fue superficial), llamado SAUL, y que puso la primera capital en Guibá, como centro de reclutamiento para la campaña contra los amalecitas. Pero su derrota en la Batalla de Gelboé-1.010 a.C. acabó con él.

            El siguiente monarca elegido, esta vez personalmente por SAMUEL, fue un joven guerrero al servicio de los filisteos, hebreo de la tribu de JUDA, y mercenario al frente de un fiel y leal ejército personal: DAVID, religioso en su corazón, y agradable en el trato con los ancianos de Hebrón. Ganado para la causa hebrea por parte de Samuel, David venció a todos los pueblos fronterizos (a los que sometió tributariamente), se casó con la hija de Saúl (y evitó así futuros posibles cismas internos), y centralizó a todo Israel bajo el Arca de la Alianza, que debía reposar en el centro de su palacio político.

[69] Obra principal del rey DAVID, y que llevaría a culmen su hijo SALOMON. En efecto, y llegada la hora de buscar un lugar para el Arca de la Alianza y palacio real, David decidió que ninguna ciudad de Judá ni de Israel tuviera este agravante comparativo, y que fuera otra ciudad neutral. Jerusalén, capital de un pequeño reino jebuseo tolerado y fiscalizado por David, fue el lugar perfecto: entre el norte y el sur, en lo alto y aislado de la montaña, sin pasado comprometedor.

           Comenzaba su andadura Jerusalén, entre el valle del Tiropeon y valle del Cedrón, con rapidísimas embajadas con el Imperio fenicio de Tiro, el Imperio asirio de Assur, el Imperio babilónico y con la misma Egipto, de quien va a hacerse aliada de forma estrecha y especial.

[70] Sobre su primicia, como texto escrito y algo distinto, no hay discusión. No obstante, y esto es importantísimo, anteriores a Jueces existen multitud de tradiciones orales sobre acontecimientos anteriores, que aunque se pongan por escrito después de Jueces, poseen en si mucha más autoridad y reconocimiento, y que pudieron incluso influir a la hora de transcribir la época de Jueces, que por el motivo que fuese tuvo que ser puesto por escrito.

            En ese sentido van hoy las hipótesis más variadas, como las de:

-EISSFELDT, que habla de Jueces como mentalidad final del Hexateuco (cf. GATTI, Y; “Deuteronomista”, en DBS, VII, 1976, pp. 813-822),
-NOTH, que habla de Jueces como mentalidad inicial de Josué, I y II Samuel, I y II Reyes (cf. NOTH, M; Historia de Israel, Bogotá 1966).

[71] En efecto, 3 fueron las fuentes o escuelas escriturísticas bíblicas:

-Yahvista, o escuela del Sur, mandada fijar por escrito por el rey Salomón (ca 1.000 a.C), y con acentuaciones en la unidad en torno al rey, promesa mesiánica para todas las naciones, e ideas del asentamiento definitivo. Con antropomorfismos y explicaciones cercanas al pueblo.

-Elohista, o escuela del Norte, como suma de escritos parciales encontrados hacia el 800 a.C, y con acentuación en las antiguas tradiciones patriarcales y condena de todas las naciones extranjeras, por su desviación del Dios primigenio.

-Sacerdotal, o escuela de Babilonia, como vuelta a escribir, en el destierro a Babilonia del 587-547 a.C, todo lo destruido por Asiria y Babilonia en sus asedios y destrucciones de Israel, y con acentuación en el Dios Creador y en la incompatibilidad del judaísmo con el resto de religiones existentes.

[72] Se trata de dos listas de nombres bastante escuetas sobre los nombres, lugares de nacimiento, número de años que ejercieron el cargo, y lugar en que fueron enterrados, de aquellos jueces nombrados por las oligarquías de ancianos de cada tribu de Israel, tras la instalación de estas en “su tierra prometida”.

[73] El verbo hebreo shafat (lit. “juzgar”) significa también “gobernar”. Por eso, a los jueces tribales se les debe considerar también como verdaderos dirigentes del pueblo:

-constituyendo un poder no hereditario, por lo que todavía no se les puede considerar “reyes”,
-actuando sobre todo cuando el pueblo está pasando por dificultades, debido a los ataques de los enemigos (una vez que se ha resuelto el problema, vuelven a su posición anterior),
-pues algunos de ellos tienen procedencia marginal (DEBORA es mujer, GEDEON es de la familia más pobre de MANASES, JEFTE es hijo de prostituta, SANSON es algo violento...).

            (cf. GARIJO, J. A; Introducción al Antiguo Testamento: Jueces, ed. Aula de Biblia, Madrid 2009, p. 3).

[74] Consistente en:

-interpretar y ejecutar la ley de Dios (teocracia),
-explicar sus juicios, para crear precedentes para el futuro (derecho tradicional).

[75] Proceso que, según DANIEL LYS en Etudes theologiques et religieuses au Israel-1982, no es posible entender del todo, dados los rapidísimos frutos de transformación en: sociedad igualitaria, sedentarismo agrícola, jurisprudencia tan avanzada. Esto, añade LYS, sólo fue posible por la rápida fusión de elementos comunes, o totalmente hermanados, entre las tribus entrantes y autóctonas.

[76] Como fueron los casos (cf. Jueces, 10-12) norteños de:

-TOLA DE ISACAR, natural de Samir, juez durante 6 años en Isacar, y enterrado en Galaad,
-YAIR DE GALAAD, juez durante 22 años, y enterrado en Camón,
-JEFTE DE GALAAD, natural de Mispá, juez durante 6 años en Galaad, y enterrado en Galaad,
-ABDON DE EFRAIM, natural de Efraím, juez durante 8 años, y enterrado en Efraím,
-IBSAN DE BELEN, juez durante 7 años en Zabulón , y enterrado en Belén,
-ELON DE ZABULON, juez durante 7 años y enterrado en Ayalón…

[77] Juez de Judá, y hermano de CALEB el Moabita, que conquistó Debir y parece que tuvo relaciones con el rey RISATAIN de Kus-Etiopía (cf. Jueces, 3, 7-11).

[78] Juez de Benjamín, que defendió su territorio militarmente ante la amenaza moabita (que había atravesado Jericó y Guilgal) y amalecita (cf. Jueces, 3, 12-30).

[79] Juez de Simeón y del clan hurrita, que guerreó contra los filisteos, e introdujo en su región el culto cananeo a la diosa ANAT, provocando la ira de los profetas (cf. Jueces, 3, 31-ss).

[80] Juez neutral de Israel, que hizo de árbitro entre las tribus de Israel, juzgando bajo las palmeras de Ramá y Betel, auténtico núcleo de comunicación israelí. Logró unificar a varias tribus para la guerra, a especie de 1ª liga panhebraica: a las 2 tribus del Sur por un lado, y a las 10 tribus del Norte por otro lado. Presentes ante la llamada 6 de las 12 tribus, y con 900 carros de hierro y 10.000 hombres, DEBORA llevó a Israel a la victoria de Tanac, y abrió así el “cerrojo cananeo” de Galilea, haciéndose Israel con el monte Tabor (cf. Jueces, 4-5).

[81] Juez de Manasés y del clan de ABIEZER, que impidió con 300 hombres la subida de madianitas a la tierra de Orfá. Pero en la victoria exigió a sus soldados la ofrenda de un anillo de oro, con los que fundió un efod idolátrico de oro, símbolo de la prostitución de Manasés. No obstante, ante la petición de ser proclamado rey, respondió que “sólo Dios reina en Israel” (cf. Jueces, 6-8).

[82] Juez de Siquén, que ejecutó a todos sus hermanos para hacerse con el poder, y trató de cobrar tasas al santuario nacional de Siquén. Esto provocó las iras del pueblo que, encabezado por Gaal, le plantó cara. Datos arqueológicos atestiguan el ahogamiento a que debió someter a los rebeldes en una cueva sagrada, y la destrucción que hizo de la ciudad. Cuando ya se disponía para proclamarse rey, fue una mujer la que hizo caer sobre su cabeza una piedra de molino, acabando con sus ansias e ideas monárquicas (cf. Jueces, 9).

[83] Juez de Galaad por sus dotes guerreras, que desgajó a Galaad de la tutela de Efraim (gracias a la astucia de su vocabulario, por su manera de pronunciar las eses) y supo tener sometidos a los amonitas y moabitas del este (cf. Jueces, 10, 6-12).

[84] Juez de Dan y con posible origen en los pueblos del mar, que no ejerció de líder militar ni juez popular, sino de héroe popular que luego la leyenda inmortalizó, y del que tomó modelo la figura de Hércules (cf. Jueces, 13-16).

[85] cf. KALLAI, Z; “The Beginnings of Israel: A Methodological Working Hypothesis”, en Israel Exploration Journal, LIX, Jerusalén 2009, p. 194.

[86] cf. KALLAI, Z; “Proto-history of Israel”, en 19th IOSOT Congress, 17-VII, Ljubljana 2007, p. 137.

[87] cf. KALLAI, Z; “The Beginnings of Israel: A Methodological Working Hypothesis”, en Israel Exploration Journal, LIX, Jerusalén 2009, pp. 195-202.