Asesina Eutanasia
Querétaro,
1 abril 2020 La reciente aprobación de la eutanasia en Holanda comienza rápidamente a convertirse en el ejemplo que los legisladores anti-vida de otros países esperaban, pues ya se escuchan voces en Francia y otros lugares donde se busca extender el suicidio asistido. La decisión del poder legislativo holandés ciertamente provocó una oleada de críticas. La Iglesia Católica, políticos de diversos países y organizaciones pro-vida y de asistencia social levantaron su voz de inmediato para señalar el desvarío legal y moral de la eutanasia, así como los grandes peligros que la nueva ley va a acarrear. Sin embargo, muchos políticos de Europa y otros lugares, así como asociaciones médicas y grupos diversos aplaudieron la legislación holandesa e iniciaron movimientos para implantar leyes parecidas en sus países. En Francia, por ejemplo, el ministro de sanidad, Bernard Kouchner, anunció que presionará a su gobierno para que legalice la eutanasia. Kouchner es, por cierto, cofundador de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras. En Corea del Sur los médicos han redactado una propuesta que, de ser aprobada por su asamblea, les permitirá no sólo suspender, sino incluso negarse a dar atención médica a las personas que ellos consideren que ya no tienen esperanzas. Parece que las discusiones parlamentarias sobre la asistencia al suicidio voluntario serán pronto una realidad en muchos países democráticos desarrollados. También es muy posible que diversos países del Tercer Mundo, por imitación o por servilismo, intenten la aprobación de leyes de eutanasia. Sin embargo, todas las propuestas para implantar legislaciones de ese tipo se enfrentarán a discusiones extremadamente complicadas, dado que cualquier versión de ley sobre eutanasia está, por principio, llena de contradicciones y puntos cuestionables desde infinidad de puntos de vista (legal, religioso, filosófico, médico...). Corresponde a los cristianos y a toda persona de buena voluntad hacer saber a sus representantes que los enfermos terminales no necesitan que los asesinen, sino que se les dé amor, atención con calidad y servicios médicos verdaderamente humanos. Cualquier ley sobre eutanasia que pretendiera ser más o menos justa acabaría por enloquecer al enfrentarse a los problemas legales que provocarían las siguientes situaciones: Si es el paciente quien pide la eutanasia: -si la pide con anticipación, puede ser que se arrepienta cuando ya se acerque a
su muerte; Si es el médico el que decide la eutanasia: -viola su vocación de servicio a favor de la salud y la
vida; Si es la familia la que decide: -puede usar el recurso de la eutanasia para deshacerse del enfermo, ya sea para
librarse de la carga, para despojarlo de sus propiedades; Los pro-eutanasia dicen que: -un
paciente terminal con terribles dolores tiene derecho a morir para acabar
con su sufrimiento; Pero los hechos demuestran que: -menos de
la mitad de los solicitantes de eutanasia incluyen el dolor como factor y sólo
el 5% de los solicitantes manejan el dolor como factor único; .
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