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Códice 1548 Escalada
Querétaro,
17 junio 2024 Por centurias, los estudiosos del fenómeno guadalupano se habían preguntado por qué todos los documentos sobre las apariciones de la Virgen del Tepeyac habían sido escritos un siglo después de los hechos. No obstante, dicha laguna documental quedó cerrada en 1995, cuando en una biblioteca de Querétaro fue descubierto el que pasó a llamarse Códice Escalada, antiguo folio (de 14 x 20 cm) en el que aparece Juan Diego postrado ante la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, sobre piel curtida de animal de 1548. En el códice aparecen dos textos breves en escritura náhuatl, la firma del cronista Bernardino de Sahagún y un glifo que hace referencia al juez Antón Valeriano, cuyo nombre aparece escrito junto a aquél. El documento llenaba por sí mismo la gran prueba historiográfica que faltaba, por lo que su datación y autentificación eran de crucial importancia. El códice fue llevado ante los peritos del Instituto de Física de la Universidad Nacional de México (para autentificar su datación), y ante los expertos en grafoscopía del Banco de México (para dictaminar la autenticidad de las firmas). En paralelo, también trabajó respecto a las pruebas químicas del pergamino el Dr. Charles Dibble, de la Universidad de Utah, y como resultado se dictaminó que el Códice Escalada era auténtico, databa de 1548 y fue firmado por el cronista Sahagún bajo mandato del juez Valeriano. Sin embargo, recientemente ha aparecido en internet una página llamada www.proyectoguadalupe.com, coordinada por un aficionado llamado Peralta y bajo el subtítulo de "El Códice 1548; crítica a una supuesta fuente guadalupana del siglo XVI", en el cual el autor pone en duda los dos equipos científicos, el peritaje del Dr. Dibble y hasta el descubrimiento hecho del pergamino por el padre Escalada. Como conclusión, dicha página web afirma que, según sus cálculos (¿?), el códice es posterior a 1690. Ante el gasto en publicidad empleado por dicha web, el ingeniero Manuel Betancourt pidió investigar el asunto sobre el Códice original, cosa por la que el aficionado Peralta ni siquiera se había interesado. Y formó un equipo de historiadores para analizar los detalles historiográficos del documento, pues por lo visto el aficionado Peralta ni siquiera había empleado alguno de los muchos métodos arqueológicos de datación. Tras analizar las investigaciones llevadas a cabo, el equipo del ingeniero Betancourt concluyó que los métodos aplicados por el Instituto de Física de la UNAM, y del Banco de México, fueron aplicados correctamente, y que el peritaje del Dr. Dibble, así como sus análisis químicos, fueron publicados íntegramente en el Apéndice de la Enciclopedia Guadalupana, y que su edición original nunca fue mutilada (como afirma también Peralta). Por lo visto, el aficionado Peralta había visto varios dibujos del siglo XVII que, por lo visto, le evocaban lo plasmado en el Código 1548 Escalada, y de ahí que se lanzara, nada más encender su ordenador, a descalificar lo que él buscaba ya desde hacía tiempo descalificar. Así de claro, por un par de dibujos de 1690 que a él le parecieron bastante similares a los de 1548. Posiblemente, el aficionado Peralta no quiso entender (o no sabía) que, dado que el Códice Escalada había sido debidamente autentificado, y datado en 1548, sus hipótesis de similitudes se reducían a admitir que, si hay pinturas de 1690 que son similares a las de 1548, aquéllas debieron inspirarse (e incluso copiarse) respecto a los originales. Es así de fácil. .
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