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 Act: 15/07/24   @escritores de iglesia      E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A 

DIONISIO DE ALEJANDRÍA

resumido por

ESCUELA DE JÓVENES CRISTIANOS, FILIAL DE MERCABÁ

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Dionisio de Alejandría (200-264) fue m
aestro alejandrino y director de la Escuela Catequética de Alejandría, y más tarde obispo de la misma sede, siendo conocido desde el s. IV como el Grande.

Vida. Dionisio nació de padres paganos, se convirtió al cristianismo tras sus estudios civiles y siguió las lecciones de Orígenes (a quien guardará gratitud y amistad) en la Escuela Catequética de Alejandría.

Nombrado Heraclas obispo de Alejandría, Dionisio le sucede en el cargo de director de la escuela catequética el año 231 (Eusebio, Historia Eclesiástica, VI, 29), siendo por entonces ya sacerdote (Jerónimo, Hombres Ilustres, 69). No es seguro que estuviese casado, pues la expresión que él mismo utiliza de paides (Eusebio, Historia Eclesiástica, VI, 40) puede ser traducida por hijos, discípulos o servidores. En todo caso, el año 247 sucede a Heraclas en la sede de Alejandría (Eusebio, op.cit, VI, 35).

El 248 estalla en su diócesis una revolución interna entre los cristianos, que Dionisio describe con detalle en su Carta a Fabio. El 249 sobreviene la persecución imperial de Decio, con sus secuelas de fugitivos y mártires (Eusebio, op.cit, VI, 42 y 60), y en ella Dionisio huye con sus paides, es hecho prisionero y libertado por unos campesinos, volviendo a Alejandría el 251.

El 257 estalla de nuevo la persecución imperial bajo Valeriano. Dionisio es desterrado a Libia junto a numerosos fieles de Egipto (Eusebio, op.cit, VII, 11), y allí permanece hasta que Galieno, hijo de Valeriano, le levanta el destierro (ca. 262). No obstante, una revolución que estalla en Alejandría le impide volver a su sede, y tan sólo puede comunicarse con sus fieles por carta (Eusebio, op.cit, VII, 21).

El 264 es invitado a tomar parte en el Sínodo de Antioquía para juzgar a Pablo de Samosata, pero Dionisio se excusa de asistir a causa de su salud (Eusebio, op.cit, VII, 27), muriendo pocos días después (Eusebio, op.cit, VII, 28).

Obras. Dionisio elaboró un par de tratados, una apología, una obra moral, varios comentarios bíblicos y un extenso epistolario dirigido tanto a los cismáticos y herejes como a los diversos papas de la época.

En cuanto a sus tratados, éstos versaron:

1º Sobre la Naturaleza, en el que refuta el materialismo epicúreo y explica la doctrina de la creación.

2º Sobre las Promesas, en el que contrarresta el influjo del la Refutación de los Alegoristas de Nepote (obispo de Arsinoe, que utilizaba el Apocalipsis para apoyar su milenarismo).

En cuanto a su Refutación y Apología, Dionisio arremete contra la herejía de Sabelio, intentando huir del modalismo aunque cayendo en una especie de subordinacionismo, al recalcar la distinción personal entre el Padre y el Hijo.

De su obra Sobre las Tentaciones, dedicada a Eufranor, tan sólo conocemos el título por referencia de Eusebio (Historia Eclesiástica, VII, 26), pues la obra se ha perdido.

De su Comentario sobre el Eclesiastés, citado por Eusebio (Historia Eclesiástica, VII, 26), sólo quedan pequeños fragmentos, al igual que sucede con su Comentario sobre el evangelio de Lucas.

En cuanto a su Epistolario, Dionisio interviene activamente en el cisma de Novaciano, a través de una serie de cartas en las que se muestra favorable a la paz (Eusebio, op.cit, VI, 45-46). En una carta enviada directamente a Novaciano Dionisio le insta a volver al seno de la Iglesia, y en otra carta dirigida al papa Cornelio I contesta a lo que Novaciano le ha dicho epistolarmente de él. También escribe cartas a los presbíteros romanos partidarios de Novaciano, instando a la paz y a la penitencia.

Sobre la cuestión de rebautizar a los bautizados por herejes, Dionisio escribe una carta al papa Esteban I, dos al papa Sixto I, una al presbítero romano Filemón y otra al papa Dionisio I (Eusebio, op.cit, VII, 4-9).

Sobre la cuestión de readmitir en el seno de la Iglesia a los lapsi (o apóstatas de ídolos), según Eusebio (Historia Eclesiástica, VI, 41-46) Dionisio escribe cartas a los obispos Fabio de Antioquía y Colón de Hermópolis (en las que aconseja reconciliar a los lapsi, si éstos se encuentran en peligro de muerte y lo piden con insistencia), y según San Jerónimo (Varones Ilustres, 69) numerosas cartas a los egipcios, laodicenses, armenios y fieles en general, hoy en día totalmente perdidas.

Escribe también algunas cartas festales a sus diocesanos de Alejandría, a forma de pregón pascual al inicio de la Pascua, en una costumbre que después se hará frecuente entre los obispos orientales (Eusebio, op.cit, VII, 20).

Eusebio también menciona algunas cartas-tratado de Dionisio sobre el sábado y los diversos ejercicios de piedad, animando a la lucha ascética y a la superación de las dificultades del momento.

También se conserva íntegra una carta dirigida al obispo hispano Basílides, en la que Dionisio contesta a diversas cuestiones de tipo canónico (Eusebio, op.cit, VII, 26).

Lamentablemente, se han perdido diversas cartas de Dionisio que hacían frente al sabelianismo (Eusebio, op.cit, VI,40; VII,11.21), y otra que según San Jerónimo (Varones Ilustres, 1) dirigió a Orígenes sobre el martirio.

Doctrina. Los escasos fragmentos conservados no permiten elaborar una visión de conjunto del pensamiento de Dionisio. Lo que ha llegado hasta nosotros muestra a un pastor claro y rotundo en la doctrina, y comprensivo con los hombres. De hecho, San Basilio (Epístolas, CXVIII) le llama "obispo canónico" (atestiguando así su autoridad y ortodoxia), y San Atanasio (Sobre Dionisio, VI) lo califica "maestro de la Iglesia Católica".

Dios. Acusado Dionisio ante el papa Dionisio I de que separaba al Hijo del Padre, negaba la eternidad del Hijo, no mencionaba al Hijo como consustancial del Padre, y consideraba al Hijo como criatura (Atanasio, Sobre Dionisio, XXV), parece ser que el año 262 el papa convocó un Sínodo de Roma (Atanasio, Sobre el Sínodo, XLIII) y dirig una carta a Alejandría alertando que admitir tres hipóstasis en Dios supondría confesar tres divinidades distintas.

En la carta con que Dionisio replicó rápidamente al papa (en su momento, dividida en 4 libros; Atanasio, Sobre Dionisio, XIII), el alejandrino detalla íntegramente su fe en el Dios uno y trino (no separando las tres divinas personas), defendiendo la co-eternidad de cada una de ellas ("de igual manera que el rayo del sol es tan eterno como el sol mismo") y rehuyendo usar el término consustancial (al no ser éste escriturístico, aunque sin oponerse a él).

San Basilio (Epístolas, IX) reconoce las imprecisiones teológicas de Dionisio, y San Atanasio (Sobre el Espíritu Santo, LXXII) participa de la postura comprensiva del papa.

Iglesia. Dionisio fue enérgico y comprensivo respecto a la cuestión de los lapsi y ante el cisma de Novaciano. No desaprueba la costumbre de rebautizar, pero recuerda que no es necesario hacerlo en todos los casos.

Y esto porque la Iglesia ha de dar especial relieve a la misericordia divina, como algo que los cristianoshan de imitar y llevar a la práctica frente a los perseguidores. De hecho, en su carta a Novaciano llega a decir que "es necesario soportarlo todo antes que abandonar la Iglesia".

En sus Comentarios al Eclesiastés recomienda Dionisio a la Iglesia tener una actitud de espera, y saber mantener una posición equilibrada respecto al uso de los bienes de la tierra. Y en sus Comentarios a Lucas recomienda a la Iglesia imitar a Cristo en el momento de la pasión.

Ver aquí sus Cartas (), Sobre la Naturaleza (), Sobre las Promesas (), Comentario del Eclesiastés () y Comentario de Lucas ().
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cf. MATEO, L.F; "Dionisio de Alejandría", en Gran Enciclopedia, ed. Rialp, Madrid 1991.

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Molina de Segura, 15 de Julio de 2024