Paso 78 de Santidad
EL AMOR, XIX
Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 14 noviembre 2022
escritura
1.
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así amontonas brasas sobre su cabeza, y Dios te dará la recompensa (Prov
25, 21-22).
2. Quien a vosotros recibe, a
mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser mi discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt
10, 40-42).
3. Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes, y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan (Sab
11, 23).
4. Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas
tú todo lo perdonas, porque todo es tuyo, Señor, y tú amas la
vida (Sab 11, 24-26).
5. Aunque repartiera todos mis
bienes, si no tengo amor nada me aprovecha
(1Cor 13, 3).
magisterio
6.
La esencia del apostolado de la Iglesia es difundir y hacer aceptable y creíble la verdad del amor de Cristo y de
Dios. La expresión sacramental de este amor es la eucaristía
(JUAN PABLO II,
15-1-1992).
7. El amor no hay que buscarlo únicamente en los acontecimientos importantes, sino ante
todo en la vida ordinaria
(VATICANO II, GS,
38).
8. El verdadero amor no piensa en sí mismo, sino en cómo acrecentar el verdadero bien de la persona amada
(JUAN PABLO II,
10-5-1988).
9. El aprendizaje del amor comporta múltiples aspectos, como la estima y benevolencia en apreciar las cualidades de los otros
(JUAN PABLO II,
18-2-1990).
10. Alimenta al que se muere de hambre, porque si no lo
alimentas lo matas
(VATICANO II, GS,
69).
11.
Pidamos a Dios que nos ayude a corresponder al don de la reconciliación, y a construir la deseada civilización del amor
(JUAN PABLO II,
1-1-1990).
tradición
12.
¿Cómo que no pecas contra Dios cuando pecas contra el amor? ¡Dios es amor!
(San AGUSTÍN).
13.
¡Oh Dios mío! Tú sabes muy bien que no es la recompensa lo que me induce a servirte, sino únicamente tu amor y la salvación de las almas
(Santa TERESA DE
LISIEUX).
14. El que se entrega sin fingimiento a la práctica del amor al prójimo, pronto se ve liberado de toda pasión y vicio, y se hace partícipe del amor y del conocimiento de Dios
(San MÁXIMO EL
CONFESOR).
15. Haz bien y no mires a quien haces el beneficio (Sierva
CARMEN GONZÁLEZ).
16. Me agrada ver cómo el amor tierno y filial no tiene tiempo de considerar la cortesía del mundo
(Santo TOMÁS
MORO).
17. El amor torna en posible lo imposible
(San FRANCISCO DE ASÍS).
18.
Cuando haya facciones y partidos diversos, no os opongáis a ninguno, sino
poneos en medio y haced que se amen unos y otros
(San IGNACIO DE
LOYOLA).
19. No esperemos encontrar el amor sin el
sufrimiento. Aunque padezcamos sólo el instante presente, pues por pensar en lo pasado y lo por venir se desalientan y se desesperan muchos
(Santa TERESA DE
LISIEUX).
20. El camino para llegar a la unión con Dios se divide en seis escalones del amor de Dios:
1º la suavidad, cuando el hombre aprende por primera vez a gustar cuán suave es el Señor, abandonando así su apego a las criaturas.
2º la insatisfacción, un peldaño penoso en que el hombre se da cuenta de lo lejos que está
todavía de Dios, y suspira por él con anhelo siempre insatisfecho.
3º la saciedad, cuando el alma se ve arrastrada hacia Dios, al que no puede
alcanzar y por eso todas las cosas se le hacen detestables. Éste es un escalón de prueba, durante el cual el hombre se ve como suspenso entre lo natural y lo sobrenatural, sin pertenecer a ninguno. Para avanzar, el hombre debe abrazar resueltamente la cruz.
4º la embriaguez, escalón en que el tormento llega a ser consuelo, y por Dios encuentra el hombre su alegría en el dolor y en la aflicción. Este período no está carente de gozo espiritual, causado por el amor de Cristo.
5º la seguridad, un estado mucho más feliz, que sucede cuando el místico se siente tan lleno de la confianza en la asistencia divina, que cree que ya le es imposible separarse de Dios.
6º la tranquilidad, un escalón de tal paz y reposo, que el alma se encuentra en una especie de silencio y sueño, muerta a todo el mundo exterior. Es el estado del éxtasis, cuyo modelo es la vida del
cielo (San
BUENAVENTURA).
21. He de hacerlo todo por Dios y por María
(San RAFAEL ARNAIZ).
reflexión
Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número: ¿Por qué?
Examina tu amor a la luz de las citas del capítulo
Medita la 9. ¿He aprendido a ver cualidades en los demás, o defectos?
Lee la 20. ¿En qué escalón del amor a Dios me encuentro?
El compromiso concreto de hoy es:
Finalizar con oración de acción de gracias y peticiones al Señor