ANTIGUO EGIPTO
Estampas de la Vida Cotidiana

I
Informe de un escriba a su señor

El escriba Pe-Uhem proporciona alegría a su señor Anhorrekh. ¡En vida, prosperidad y salud! Se escribe esto para hacer que mi señor conozca un nuevo asunto para alegrar a mi señor. Escuche la orden que mi señor me envió para que yo diese forraje a los caballos del gran establo de Ramsés, amado de Amón, e igualmente a los caballos del gran establo de bien amado de Amón, de la Residencia.

Un nuevo asunto para alegrar a mi señor: De los campesinos del dominio del faraón que están a cargo de mi señor, tres de estos hombres huyeron del superintendente del establo, cuando Neferhotep les golpeó. Ahora, mira: los campos del dominio del faraón que están a cargo de mi señor están descuidados, y no hay nadie para cultivarlos.

Se escribe esto para hacer que mi señor conozca.

II
Tedio y tribulaciones de un oficial en un destino fronterizo

Resido en Kenkentaui, y estoy sin personal. No hay nadie que haga ladrillos, y en el distrito no hay paja. ¿Dónde están los que me trajeron? No hay asnos, pues han sido robados.

Paso el día escudriñando lo que hay en el cielo, como si estuviera cazando pájaros. Mi mirada atisba furtivamente el camino para ascender a Israel. Paso la noche bajo árboles que no tienen fruto alguno que comer. ¿Dónde están sus dátiles? Ninguno hay; no producen. El mosquito está aquí, en el crepúsculo, y el mosquito sewet, al mediodía chupa de cada vena. Camino como alguien que está firme en sus huesos; atravieso la tierra a pie. Siempre que se abre una botella, está llena de cerveza de Kedi, y la gente saca la copa afuera.

Aquí hay doscientos perros grandes y trescientos lobos, en total quinientos, que cada día están atentos a la puerta de la casa cada vez que salgo, porque ellos huelen la bebida aseber cuando se ha abierto la jarra. Sin embargo, ¿no tengo yo el pequeño perro-lobo de Teherhu, el Escriba Real, aquí en la casa? Él me ha librado de ellos. En todo momento, cuando quiera que yo haga una salida, está conmigo, como guía, en el camino. Tan pronto como ladra, corro a deshacer el nudo.

Isheb es el nombre de un perro-lobo, rojo y con cola larga, que va por la noche a los establos de ganado. Empieza primero por el más gordo, pero no hace distinción alguna cuando está enfurecido. Dios liberará a aquel a quien quiera de este fuego que hay aquí y que no tiene compasión.

Además, un escriba está aquí conmigo. Cada vena de su rostro está roja, y la enfermedad ha crecido en su ojo, y el gusano roe su dentadura. No puedo dejarle desamparado, cuando sale mi compañía. Así pues, deja que su ración se le dé aquí, para que pueda tener reposo en la región de Kenkentaui.

III
Felicitaciones de un soldado por un ascenso

Del comandante de los auxiliares e inspector de los países extranjeros, Penamun, al comandante de los auxiliares, Pehri:

¡En vida, prosperidad y salud, y en el favor de Amón-Ra, rey de los dioses y del ka del rey Seti II! Digo a Ra-Horajty: «Ten al faraón, nuestro buen señor, sano. Que pueda celebrar millones de jubileos, mientras que tú actúas diariamente a su favor». Además, he escuchado lo que escribiste diciendo: «El faraón, mi buen señor, ha obrado para mí sus buenos designios. El faraón me ha nombrado capitán jefe de los auxiliares de la Fuente».

Así me escribiste. Es una excelente disposición de Ra que estés ahora en el lugar de tu padre. ¡Lo mismo, y de nuevo felicitaciones!

Cuando tu carta me llegó me alegré sobremanera. Que Ra-Horajty te proporcione larga vida en el lugar de tu padre. Que el faraón ponga los ojos en ti de nuevo. Que te fortalezcas, y escríbeme acerca de cómo te va, cómo le va a tu padre, de la mano de los mensajeros que procedentes de ti llegan aquí. Además, todo me marcha bien; todo marcha bien en el dominio del faraón. No te preocupes por mí. ¡Que te vaya bien!