MONASTERIOS
CAPADOCIOS
Auténtica línea espiritual de Bizancio, en el mismo limes fronterizo frente al Islam
Madrid,
1 enero 2019 La alargada y montañosa región de Capadocia, junto a sus vastos monasterios insertados en las colinas y montañas, sirvieron para hacer presente este vigor y resistencia cristiana. Y sin darse cuenta empezaron también a desarrollar la espiritualidad más profunda que haya conocido la Iglesia en su devenir. Fueron centros de espiritualidad y pensamiento, y su condición de aislamiento y limítrofe hizo forjar en su interior una pureza de vida y doctrina sin igual, expresada a través de sus frescos y mosaicos. a) Capadocia
Con
un hábitat
peculiar y natural originado en el 4.000 a.C, fruto del enfriamiento
de la lava volcánica de las erupciones del Erciyes y Hasan[1],
la Anatolia fue una de las primeras y más alargadas civilizaciones de la Antigüedad.
Los
hititas, citados en la Biblia como hittim,
y de origen desconocido, fue la población
indoeuropea que se estableció en la Anatolia, en el III Milenio a.C. y
en el marco de las migraciones arias venidas por el Cáucaso (que ocuparon hacia
el 1.900 a.C[2]
la meseta central de Anatolia, hoy Capadocia). Los hititas dominaron e impusieron su idioma, cultura y dominio sobre los habitantes originales primitivos, llamados hatti[3], y sobre los hurritas[4].
La
organización
política hitita se había basado en la federación de pequeños
estados, unidos por tratados al gobierno central, con un gobernador
representante del rey. Disponía de: -Rey,
de origen divino, gran sacerdote y juez, que escogía al heredero y necesitaba
ser aceptado por el panku,
Es
posible que la primera ciudad establecida por los hititas fuese Kanis[5],
cerca de la actual Kayseri. Poco después del 1.800 a.C. conquistaron la ciudad de
Hattusas
por obra de su caudillo Hattusili, y cuyos restos se encuentran en el actual
yacimiento arqueológico turco de Bogazköy. A partir del s. XVII a.C. empezaron a
mostrar datos escritos de su historia, con la llegada de su rey Labarna[6].
Y su siglo de oro llegaría de la mano de los monarcas Suppiluliuma (1.355-1.345 a.C)
y Muwatayi (1.310-1.250 a.C), el último de ellos haciendo frente al mismo Ramsés II
de Egipto
en la Batalla de Kadesh-1.250 a.C[7].
Trascendental
y peculiar fue el mundo urbano hitita, basado en sus 36 ciudades subterráneas[8],
el conjunto de aperos domésticos y agrícolas de superficie, los rituales hamman
de sepultura de muertos[9],
y hasta el sistema de kilimes-bordados
anatólicos[10].
Durante 1.800 años éste fue el estilo de vida capadocio bajo los hititas, y durante otros 1.400 años
también lo será bajo el nuevo mundo cristiano bizantino[11].
En
cuanto al mundo
religioso, y según podemos transcribir del famoso Rescripto
de Telepinu hitita, la creencia en Dios ocupó siempre un lugar primordial[12],
al igual que lo hicieron los rituales[13]. En la cultura capadocia, la piedra sirvió como elemento para mostrar el poder a nivel político, de una manera artística[14]. También fue importante en su configuración social la figura de los bosques[15], así como la presencia, en su economía comercial, de los abaru y asas, metales parecidos al hierro, y domesticados para su uso doméstico y artístico[16].
Constantinopla fue la heroína que logró introducir en Capadocia, junto al
ya asentado Cristianismo, la afirmación de una nueva cultura, ahora de corte romano,
griego, ortodoxo y oriental.
En
este sentido, Bizancio “supo introducir en
Capadocia los conceptos clásicos de la
Antigüedad, creando al mismo tiempo su propio sistema de categorías”. Son
palabras de Núñez Rodríguez, que añade que si la romanidad y urbanismo cobró
protagonismo en Constantinopla con su emperador Justiniano (s. VI), tras la querella iconoclasta
(s. VIII) Bizancio despertó hacia una cultura más
rústica, teológica y
monástica (s. IX al XV), donde lo griego fue su hilo conductor[17].
A lo largo de este largo periodo de tiempo, el Imperio bizantino basó
sus recursos en unirse frente a posibles cismas doctrinales, y defenderse del
enemigo exterior llamado Islam. Una línea
dura de ortodoxia (bajo el orden divino del Pantocrátor, canon
central de la fe bizantina y capadocia), y otra línea distendida (la piedad
popular, manifestada en la multitud de imágenes de santos), llevaron a Bizancio
a conseguir este doble objetivo, por el periodo de más de
1.100 años.
Fueron etapas de esta Capadocia bizantina, a lo largo de sus 11 siglos de
existencia[18]: -la
dinastía Justiniana, del 527 al 602, e insistente en la romanidad y paleocristianismo,
Tras la Caída de Constantinopla-1453 ante el Islam, Moscú tomará el relevo del
Imperio bizantino (con zares-césares imperiales incluidos), y
Bizancio prácticamente desaparecerá. c) Arqueología capadocia
Fue el resultado de la fusión entre el recipiente
material-luchador hitita y el espíritu misionero-filosófico del
Cristianismo. En efecto, tras recibir el evangelio de San Pablo en los años 44-58 d.C, y junto con personal cristiano de apoyo que iba y venía a través de los montes Taurus, pronto la Capadocia se convirtió en el gran pulmón espiritual y filosófico de San Pablo, a lo largo de 3 viajes en que impregnó de escuelas misionales sus queridas Lystra, Derbe, Iconio y Pisidia, junto a su fiel compañero capadocio Timoteo. Poco tiempo después, y bajo las figuras de San Basilio Magno, San Gregorio de Nisa y San Gregorio Nacianceno[19], pesados monasterios subterráneos fueron repoblando la geografía capadocia, alguno de ellos con 15.000 monjes en su interior, y al mismo tiempo que la vida cristiana continuaba desarrollándose bajo las viejas ciudades hititas. Se trató de monasterios construidas sin apenas estructura arquitectónica, 50 m. bajo tierra o sobre colinas inaccesibles, y en los valles intransitables.
Tras
el Final de la Persecución Cristiana-313, y poco después de la Fundación de
Constantinopla-324, otro conjunto de iglesias y monasterios fueron construidas
al aire libre, introduciéndose los usos e iconografía primigenia.
No
obstante, tras la musulmana Conquista de Jerusalén-632, y posterior humillación árabe sobre los bizantinos
en la Batalla de Yarmuk-636[20],
los subsuelos hititas volvieron a ser poblados por la población capadocia, y
Constantinopla empezó a instalar miles de themas
fortificadas, puntos campesinos fortificados que, a lo largo de todos los montes Taurus[21],
hicieron de limes fronterizo frente al Islam. En el periodo de guerra iconoclasta[22], iniciado por el papa León III y su Prohibición de los Iconos-726, y terminado por Teodora y su declaración de Libertad a los Iconos-843, casi toda la iconografía primigenia fue ocultada bajo yeso, o sustituida por la iconografía iconoclasta (sin figuras de personas ni animales).
Tras el
pacto de Constantinopla y los selyucidas musulmanes para la Permisión del
Culto-1071 para ambas religiones, miles de capillas
y ermitas fueron levantadas por toda la Capadocia[23],
mostrando esta vez una iconografía de estilo sencillo, temática fija, y equilibrio entre
interiores y exteriores[24]. d) Decorado bizantino
Fue, sin duda, el gran patrimonio
mundial que nos legó el mundo bizantino, tal y
como veremos en el Monasterio Karanlik de Goreme. Pero no fue fácil de conseguir, ni tuvo más modelo inspirador que la arquitectura y decorado termal romano, modelo en el que Bizancio se inspiró para sus: -basílicas,
de cruz cuadrada con altar en el centro, a imitación de la planta de las Termas
Caracala de Roma,
Eso sí, Constantinopla fue animada a la causa
por la situación desesperada de
la paleocristiana Roma, que empezaba a caer en manos bárbaras. Fue el momento
en que Bizancio asumió su papel de hijo adelantado de una Roma que agonizaba[25],
y recogió el testigo de todo su legado cultural.
Pero vayamos al origen, a las técnicas que
originaron este mosaico de
mosaicos que fue el decorado bizantino. Pues tanto para sus frescos originales,
cuanto para los iconoclastas y finales, dos fueron los pasos dados al respecto[26]: -dibujar el boceto del diseño, sobre una capa de revestimiento de yeso, Con la época de esplendor de Justiniano, el uso del fondo de oro dio a las composiciones una espectacularidad de la que ya no se volvería atrás, hasta terminado el reinado de los Paleólogos. La composición de colores, la naturalidad de la obra, la policromía y las epigrafías griegas que relataban el tema o al personaje, siguen impresionando hoy en día al espectador.
Situada entre Nisa (a 17 km) y Urgup (a 6 km), fue
la comarca fundada por Bizancio sobre
el valle Avcilar (lit. “eh, aquí no puedes ver”), recibiendo la visita del
mismo San
Pablo en su camino de Cilicia hacia la nevada Galacia. Con el tiempo, llegó
también a
ser motivo de los ataques sarracenos del s. VII al XI[27],
dada su condición de parte fronteriza entre el Imperio bizantino y el Islam.
Con más de 400 capillas y oratorios entre rocas y montañas, Goreme fue
el centro
espiritual que inspiró a los grandes monjes y pensadores de la
Iglesia oriental, destacando la Iglesia de la Hebilla (Tokali Kilise), la
Iglesia de la Sandalia (Karikli Kilise), la Iglesia de la Virgen María (Meryem
Ana Kilisesi), la Iglesia de la Manzana (Elmali Kilise), la Iglesia de la
Serpiente (Yilanli Kilise), la Iglesia de Santa Bárbara (Barbara Kilisesi), la
Iglesia de Nazar (Nazar Kilisesi) y la Iglesia Oscura (Karanlik Kilise). f) Monasterio Karanlik de Goreme
Ubicado
al final de la cadena de Iglesias de Avcilar, en Goreme, el
Monasterio de Karanlik es también conocido como el Monasterio Oscuro, debido a que
su iglesia sólo posee una
ventana comunicadora con el exterior, y a que muy poca iluminación directa
puede entrar en su interior.
Fue
construido, como complejo monástico, hacia el 965[28], dentro del gran fervor restaurador capadocio
del s. X sobre la vieja y triunfal imaginería cristológica, bajo la piadosa
dinastía de los Macedonios. Fue
también uno
de los preludios arqueológicos de lo que supondrá artísticamente la dinastía de
los Paleólogos (1259-1453), sobre el resto del Imperio bizantino. Fue planificado por el monje y sacerdote Nikephoros, sufragado gracias a la financiación del donante Juan Entalmatikos, y esculpido gracias a los canteros Basianos y Genethlios, todos ellos representados en los frescos de su interior[29].
Sufrió un derrumbe en torno al bloque rocoso que sustentaba la fachada
principal[30],
y una vez llegada la invasión turca del s. XV fue utilizado como palomar hasta
1950, año 1º de los 14 años que duró el raspado de excrementos de
palomas, impregnados en todas las paredes.
Intentaremos resumirla a partir del preciso análisis hecho por el
doctor Rodley[31],
que cifra en 4 los grandes espacios monacales de Karanlik:
-Vestíbulo
de entrada. Situado en la antigua fachada principal, en su planta
baja (o primer piso) y abierto hacia el exterior. Estuvo decorado con pinturas
rojas ornamentales, decorativas de nichos ciegos en la pared trasera, y
plasmadoras de las cruces-medallones griegas. Estuvo dividido en 3 secciones,
divididas por pilares (de rudimentarios capiteles) que hacían además la tarea
de sustentación de la techumbre, alargada y sobre una cornisa lisa de piedra.
-Habitáculo
monacal. Situado en la antigua fachada principal, en su planta
segunda. Organizaba las habitaciones de los monjes en torno a un patio pequeño
y de forma irregular, el cual hoy se ve en las ruinas que quedan de la fachada
principal. Ese patio hacía también las veces de nártex de la Iglesia monacal,
situada exactamente en la parte trasera del complejo, ocupando 3 pisos de
altura.
-Refectorio.
Situado en los sótanos del monasterio. Conectaba con el habitáculo de los
monjes (del 2º piso) por medio de una escalinata circular y puertas
secundarias, y con el vestíbulo de entrada (del 1º piso) por
medio de una escalera de piedra. Se trataba de una larga habitación con
techumbre lisa de piedra, dotada con una larga mesa pétrea para la comida o
reunión, y con brazos
recortados de la mesa a modo de asiento. Todo ello de piedra, que le ha hecho
mantenerse intacto con el paso de los siglos.
-Iglesia
monacal. Situada en la parte trasera del monasterio. Ocupaba la
altura de las dos plantas de las dependencias de los monjes, más otra tercera añadida
para el cincelado de las bóvedas. Se trató de una iglesia de planta central de
cruz griega, con 5 cúpulas (sostenidas por 4 columnas) y 3 ábsides (uno
grande y dos pequeños, a ambos costados). Sus escalinatas de piedra están
desgastadas por la erosión, y su tendencia a la altura es acusada y entendible,
dada la falta de espacio horizontal.
Excavada
sobre roca, poca luz penetra en el interior de la Iglesia monacal de Karanlik.
Esto es lo que ha permitido mantener la calidad de la pintura, y con mayor
vivacidad los colores de los frescos. Todos ellos representan bellamente algunas
escenas de la Biblia, tanto de forma original cuanto iconoclasta. Cabe destacar las escenas en fresco del Pantocrátor, la Ultima Cena, los Magos del Oriente, la Anástasis-Descenso al Limbo, el Bautismo de Jesús, la Crucifixión de Jesús, la Apostasia-Traición de Judas, San Marcos y San Juan… Fijémonos en algunas de ellas.
Fue una de las escenas más queridas y habituales del arte
bizantino[32].
En ella, descriptora del Descenso de Jesús a los Infiernos, nos encontramos con un Jesús majestuoso,
bardabo y con nimbo crucífero, y de belleza impresionante. Está cogiendo a
Adán con su mano derecha[33]
para llevarle con él, mientras en la mano izquierda pincha con una cruz
procesional al demonio. Jesús esta vestido con túnica dorada, y asciende con
ella del negro infierno al cielo azul.
Detrás de Adán nos encontramos a la Virgen María, vestida de blanco y
encabezando un cortejo de 6 santos (mundo religioso). Detrás de la cruz
procesional se sitúa el cortejo real, encabezado por los 2
emperadores (él y ella) y
seguido por otros 2 miembros de la familia real (mundo civil).
Bajo los pies de Jesús se distinguen las puertas rotas del infierno, y al
demonio negro atado de manos, cuello y piernas[34].
Muestra los momentos previos a la muerte de Cristo,
representado en el centro de la
escena y siguiendo la ley
de la jerarquía de personajes (el tamaño corporal de Jesús es bastante más
agrandado que el del resto de personajes). Flanqueando a Jesús, también
aparecen los tradicionales y epigrafiados: -Longinos,
atravesador con su lanza del costado de Cristo (para no quebrarle los huesos), e
imagen figurativa de los sacramentos del bautismo y de la eucaristía (pues el
evangelio escribió que salió sangre y agua de su acción, atravesadora de Cristo);
Al lado de Longinos (de reducido tamaño jerárquico) se sitúan las figuras de
María (bajo la advocación de Theotokos, o Madre de Dios), Salomé y María de Magdala (según las epigrafías que
las coronan), y al lado de Stephanos (de reducido tamaño jerárquico) se sitúan
las figuras de Juan Apóstol y del Centurión romano, exclamador del “este es
el hijo de Dios”. Otros
elementos que entran en juego en la composición son: -la
gradación cromática, acentuándose el color luminoso en las figuras a
resaltar (Cristo crucificado), y dejando casi en la penumbra a otras figuras
secundarias (como las de Salomé y María de Magdala);
Mostró una temática innovadora dentro de los cánones
bizantinos[35],
y en las tipologías seguidas respecto a cada uno de los apóstoles.
Pues, en efecto, de su tipología sobre los apóstoles cabe destacar que: -3
aparecen imberbes, los hermanos Juan y Santiago, y quizás su amigo Felipe
(también discípulo del Baustista), También se introduce un pez gigante en vez del pan, las copas del vino de un rojo nada mezclado con el agua, y 6 cubiertos para la fracción del pescado. Jesús aparece con la filacteria (pintura del rollo de libros de la Biblia) en su mano izquierda, al tiempo que bendice con su derecha los alimentos (doble gesto de los Pantocrátor).
Sobre el fondo aparece la Jerusalén celeste y, posiblemente
bajo el símbolo del fuego, el Espíritu Santo (especie de “fuego salvador”,
según las epigrafías adyacentes). Otros
elementos que entran en juego en la composición son: -el
paisaje conceptual, en este caso sin fondo de oro, pero con paisajes
referentes a escenas evangélicas (como los 2 edificios arquitectónicos de la
Jerusalén celeste, y el fuego purificador del Espíritu);
Se trata de la escena más bella de toda la iglesia. Estuvo
dotada de una sencillez y elegancia insuperables, tanto en su conjunto como en cada una de
sus piezas (cada una con su sitio, y con gesticulación,
movimiento de caderas, mirada y conversación apropiada). En ella, 6 magos del Oriente se
van acercando, en creciente proskynesis según van llegando, al trono de Cristo que es
María Theotokos, junto a un José piadoso que bendice a los viajeros.
La alusión a la estrella (por la mirada del cuarto de los
magos), junto al ángel
del Señor (observante de la escena), completan el repertorio. Y los regalos de los
magos (que se esconden discretamente con los juegos de manos), junto a algún truco mágico
(que parece que están haciendo los magos al niño),
culminan el sentido de dignidad, sencillez, elegancia, discreción y afectividad
de la obra, que viene a impregnar esta Epifanía del
Salvador.
Sus leyes de composición: -siguieron
la ley del marco, pues varias anatomías de magos han sido escondidas abriendo
una segunda fila de magos, a la derecha de la principal; Madrid,
1 enero 2019 _______ [1] Ubicados a 3.950 m. altura en las altiplanicies norteñas de los Montes Taurus, descubiertas en 1958 por J. MELLAERT, y cuyo yacimiento de Catalhoyuk fue excavado desde 1965 por un equipo internacional al mando de los arqueólogos OMER DEMIR e IRFAN OLMEZ, destapándose materiales fosilizados de casi 9.000 años de antigüedad (como las diosas madre de Koskhoyuk, elegantes joyas femeninas, cerámica pintada y alfarería avanzada), y encabezando las investigaciones más de vanguardia sobre el origen de la humanidad, en competencia con la misma Mesopotamia. (cf. DEMIR, O; Katpadukya, ed. Cogaltilamaz, Nevsehir 1996, p. 6). [2] cf. SANMARTIN, J; Historia antigua del Próximo Oriente, ed. Akal, Madrid 2006, p. 149. [3] De lengua hática aglutinante (que no pertenecía al tronco indoeuropeo), y que comerciaban con Siria desde el s. XXI a.C. [4] Súbditos minoritarios de los primeros, y de gran capacidad cultural. [5] cf. DEMIR, O; Katpadukya, ed. Cogaltilamaz, Nevsehir 1996, p. 16. [6] Conquistador de toda la Anatolia central, LABARNA extendió sus dominios hasta el Mediterráneo, reclutando para ello las famosas yazilikaya-tropas de Khatti, ejército hitita no despreciable que bajo MURSILI I (1.530 a.C) había conquistado todo el norte mesopotámico, y puesto fin a la I dinastía babilónica-amorrea, junto a la población casita. (cf. SANMARTIN, J; Historia antigua del Próximo Oriente, ed. Akal, Madrid 2006, p. 149). [7] No obstante la derrota hitita en la Batalla de Kadesh-1.250 a.C, merced al arrojo personal del faraón RAMSES II cuando ya se veía perdido, importantes hititas poblarán las zonas del Oriente Medio, como NEFERTARI, esposa de AKHENATON y madre de TUTANKHAMON (s. XIV a.C), y BETFAJE, mujer del rey DAVID y madre de SALOMON (s. X a.C). [8] De hasta 9 km. de longitud, 85 m. profundidad, con 3 y 5 pisos de altura y corredores de todo tipo. Esculpidas por los hititas, fueron reutilizadas luego por los primeros cristianos, como elemento de propagación secreta de su fe y práctica tranquila de su culto, así como lugar seguro ante las persecuciones imperiales (s. I al IV) y los ataques musulmanes (s. VII al XIII). Parece ser también que fueron también los centros de formación filosófica y misionera de la Iglesia Antigua. (cf. DEMIR, O; Katpadukya, ed. Cogaltilamaz, Nevsehir 1996, pp. 67-68). [9] Ritual antiguo hitita, y continuado por el mundo cristiano capadocio, obtenido de los estudios sobre 100 sepulturas de Sobesos y las de Girtlandi, según lo cual se sepultaba mirando hacia el oeste, con la mano derecha en el corazón y con la mano izquierda en el brazo, sobre tumbas de barro cocido, e insertadas en muchas ocasiones en grandes sarcófagos familiares. (cf. DEMIR, O; op.cit, pp. 19 y 94). [10] Lo que será clave para entender el mundo cristiano posterior, auténtico sucesor del mundo hitita, amén de los intentos romanos en ese sentido. [11] Por encima y al margen de la misma Constantinopla, no obstante las influencias reciprocas. [12] Destacando:
-los istustayas,
dioses
menores hititas, [13]
También fueron importantes los rituales hititas, llevados a cabo para casi
todo, de: -“mover
agua del río Hattara con un ala de águila”, o rito de iniciación, [14] De ahí la Puerta de los leones de Hattusas, la Colección de Yazilikaya sobre los soldados de Khatti, el Zeus sentado en el Trono de Gulsehir, la Diosa madre de Koskhoyuk, las Vasijas Ceremoniales de Hacibektas...
Se dice incluso que de este uso hitita de la piedra, sobre
todo para las portadas de su ciudad principal, copió la misma Micenas
griega. [15] Los sahis y happuriasas eran tipos de madera bastante apreciados por todo el Oriente, provenientes de los Montes Ammuna y Montes Lihzina. El hatalkesnas, o tipo de árbol estival hitita, era considerado divino, según los dioses, y con duración eterna. (cf. SANCHIZ, H; Historia de Mesopotamia, ed. CEU, Madrid 2009, p. 16). [16] Como se ve en los Renos de Urartu, del Museo Anatólico de Ankara. (cf. MINISTERIO TURCO DE CULTURA; Región de Anatolia Central, ed. Feed Back, Ankara 2008, p. 179). [17] cf. NUÑEZ, M; “Bizancio, a la búsqueda de una civilización propia”, en RAMIREZ, J.A (dir.); Historia del Arte, vol. II: La Edad Media, ed. Alianza, Madrid 2008, p. 19. [18] cf. NUÑEZ RODRIGUEZ, M; op.cit, pp. 20-21. [19]
Conocidos como los padres del Oriente cristiano, y auténticos artífices de
la unificación del cristianismo, haciendo superar conflictos entre las
distintas filas, plasmando la perfecta imagen de Cristo como Dios, y
atrayendo a los paganos que se oponían racionalmente. Pues: -
BASILIO MAGNO insistió en la creación de escuelas cristianas,
implantando medios de educación superior e introduciendo la antigua poesía
griega,
La
filosofía capadocia, pues, partió siempre de la voluntad humana
hacia el bien: -formando
las virtudes platónicas, según la
naturaleza de cada hombre, con el debido adiestramiento y como fruto de la
gracia divina; [20] Aprovechando una tormenta de arena para atacar, y siguiendo luego la técnica del tornafuye (semi-retirada + envolvimiento), los 20.000 árabes de JALID derrotaron a los 100.000 bizantinos de HERACLIO DE BIZANCIO, 70.000 de ellos degollados allí mismo. [21] Aun así, los ejércitos del califa UMAR lograron provocar estragos y martirios en la Anatolia, en sendas campañas del 717 y 718. [22] En cuya época y lugares fueron sustituidas las bellas y antiguas iconografías por otras llevadas al extremo de la simpleza conceptual, simbolizando bajo líneas, triángulos y círculos, a los santos, Trinidad y Pantocrátor, y como bien han quedado plasmadas en muchas antiguas iglesias de Goreme, Ihlara y Soganli. [23] Nada más que en las Ruinas de Zelve se han contabilizado unas 400 capillas y casas monacales, en los siglos X-XI de oro del Arte bizantino. (cf. DEMIR, O; Katpadukya, ed. Cogaltilamaz, Nevsehir 1996, pp. 14-15). [24] Como ya empezó a retomarse en la cúpula de la Iglesia de Soganli (cf. Ibid., p. 14). [25] Fundada en el 324 por el emperador CONSTANTINO como la nueva Roma, sobre la antigua y estratégicamente situada colonia griega de Bizancio (s. VII a.C), Constantinopla fue fundada según los más avanzados sistemas militares y urbanos, desbordando en materiales constructivos y privilegios en cuanto a arte e intelectualidad. [26]
cf. ASKIT, I; Kariye Kilise, ed. Askit Kulture,
Istanbul 2006, pp.
10-11. [27] Dado que no desistían en su empeño de encontrar grandes botines, agrarios, mineros o población, para sus consumos o para hacer proselitismo. (cf. RAMIREZ, J.A (dir.); Historia del Arte, vol. II: La Edad Media, ed. Alianza, Madrid 2008, p. 22). [28] Según los estudios arqueológicos de EPSTEIN en 1975, y no posterior al año 1050. (cf. KRAUTHEIMER, R; Arquitectura cristiana y bizantina, ed. Cátedra, Madrid 1984, p. 581). [29]
Según las epigrafías griegas, plasmadas encima de sus imágenes, y
no sin dificultades de interpretación por el estado de las mismas, estaríamos
hablando del: -“suplicante
siervo de Dios, JUAN ENTALMATIKOS donante”, [30] Hoy en día, de la fachada principal sólo se conserva el nártex o patio separador de la Iglesia respecto de las dependencias monacales, que fueron las que se vinieron abajo, a excepción del refectorio. (cf. MAGI; G; Arte e historia de Turquía, ed. Bonechi, Ankara 1996, p. 56). [31] Arqueólogo británico del Imperio bizantino, catedrático de la Universidad de Cambridge, y primero en dar al complejo de Karanlik la categoría de monacal, y no sólo cultual. No obstante las oscuras explicaciones dadas por RODLEY en su obra Cave monasteries of Byzantine Cappadocia, publicada en Cambridge-2010, pp. 48-56, éstas resultan muy intuitivas al recomponer piezas inconexas y muy deterioradas por la erosión y enorme humedad invernal de la zona. [32] cf. ASKIT, I; Kariye Kilise, ed. Askit Kulture, Istanbul 2006, p. 68. [33] Trascendental es esta simbología de las manos, pues Cristo coge y sube al hombre, caído por el pecado original, vencido por su muerte y resurrección. Simbología que sería retomada también años después en Constantinopla, donde se incorporó también a Eva, y se introdujo una salida simbólica de los “sarcófagos” del limbo. [34] De difícil interpretación, tras el demonio aparecen rodeando a la puerta rota del infierno: 1 hueso, 1 llave, 4 clavos, 1 cadena, 1 estrella y otro utensilio de color blanco de igual material que lo anterior. [35] Sabidas son las controversias brutales entre Bizancio y Roma acerca de los usos eucarísticos, sobre si hay que mezclar agua con el vino (como pedía Roma, y que luego explico con la analogía de humanidad-divinidad de Cristo) o no se tiene que mezclar (como hacia Bizancio, pues nunca desde los orígenes se había mezclado, ni adulterado según ellos). |