CRONISTAS
ROMANOS
a)
Polibio
b)
Salustio
c)
Tito Livio
d)
Tácito
e)
Amiano Marcelino
______________________________________
Polibio (200-118 a.C) nació en Megalópolis,
capital aquea en Arcadia, en torno al año 200 a.C[1].
Su padre Licortas había desempeñado un papel importante dentro de la Liga
Aquea.
Recibió clases del general Filopemen, amigo de la familia, recibiendo así
formación militar y política,
aparte de la filosófica y literaria[2].
Siguió la corriente filosófica aristotélica, y conoció también la moral
estoica.
Su actividad política transcurrió
entre los años 170 y 168 a.C.
Tras
la victoria de Roma sobre Perseo de Macedonia, en la batalla de Pidna[3],
Polibio fue acusado por Calícrates de no ser partidario de Roma, convirtiéndose
en uno de los 1000 aqueos retenidos y mantenidos en el cautiverio.
No obstante su cautiverio, Polibio dispuso de cierta libertad, que
aprovechó para entrar en el círculo
de los Escipiones, y encargarse de la formación de Emiliano
Escipión.
Recobrada la libertad el año 151 a.C[4],
Polibio comenzó numerosos viajes
para conocer in situ los lugares que
Aníbal había seguido en sus rutas por España, los Pirineos y los Alpes. Visitó
Alejandría, Sardes y Numancia, aportando esto mucho a sus conocimientos geográficos.
Fue llamado Polibio a la II
Guerra púnica como experto militar, y pudo así acompañar a su
amigo Escipión. Estuvo presente en el asedio y destrucción de Cartago del año
146 a.C.
Estuvo
también presente en la caída
de Corinto, relatando el orgullo de los griegos y la soberbia de los
romanos. Actuó aquí de conciliador entre vencedores y vencidos[5].
a.1) Historia de Roma de Polibio
Parece que escribió una serie de tratados menores, por la obra dedicada
a Filopemen, y a la que Polibio hizo referencia en varias ocasiones. Pero sólo
nos ha llegado hasta hoy día su principal y gran obra: Historia
de Roma[6].
Se trata de una obra compuesta por 40 libros, de los cuales sólo los
cinco primeros nos han llegado intactos, y el resto lo han hecho fragmentados.
El argumento principal de la obra
consiste en narrar lo acontecido desde el comienzo de la I Guerra Púnica hasta
el año 146 a.C. y la destrucción de Corinto.
Y la fecha por escrito de la misma
pudo haber sido:
-una
parte, mientras estaba en el exilio, del 168 al 151 a.C,
-otra
parte (15 libros) antes del año 146 a.C,
-el
resto, después al 146 a.C.
El esquema de la obra es:
-libros
I-II: Introducción
-libros
III: I Guerra Púnica, hasta la batalla de Cannas,
-libros
IV-V: Guerra de los aliados,
-libro
VI: Constitución romana,
-libros
VII-XV: Conquistas de Italia, Sicilia, España, Galia. Surgimiento de Aníbal
y rebelión de Egipto,
-libro
XII: Método historiográfico
-libros
XVI-XXX: II Guerra Macedónica, Guerra de Antíoco, III Guerra Macedónica,
Batalla de Pidna,
-libro
XXIV: Geografía,
-libros
XXXVII-XXXIX: Destrucción de Cartago y Corinto,
-libro
XL: Sumario.
a.2) Historiografía en Polibio
Polibio fue uno de los primeros autores en compilar una Historia
Universal, imprescindible para el estudio de los acontecimientos. No
servía ya, decía Polibio, una historia parcial ni un estudio de lo aislado,
sino que la historia debía ser vista desde todas sus partes.
Su
historia universal parte de la raíz de la dominación romana, pues Roma ha sido la única capaz:
-de
unir en un Imperio a todos los pueblos,
-de
ser la protagonista de la historia universal.
Existen,
para Polibio, tres tipos de narraciones:
-las
que narran genealogías,
-las
que narran fundaciones de colonias,
-las
que narran las acciones de los pueblos y creación de los estados.
Los acontecimientos debían seguir
una estructura a la hora de ser escritos:
-dónde,
cuándo, por qué[8],
-modo,
tiempo y causa, siendo la causa la base de toda acción.
En cuanto a las causas de los acontecimientos, éstas
vienen influidas por:
-la
divinidad, como Ser supremo y caprichoso,
-la
fortuna, como algo simbólico pero que entra en el azar.
En
cuanto a referencias,
el mismo Polibio nos habla de Éforo como su precursor. Aun así, también
utilizó otros documentos y archivos, literarios u oficiales, como fueron:
-sobre
temas de Grecia, a Arato de Sición[9]
y Filarco[10],
-sobre
temas de Roma, a Fabio Píctor
Otros elementos historiográficos de
Polibio fueron:
-la
búsqueda de causas,
-la
originalidad expositiva de los hechos,
-la
causa de que Roma triunfa por su condición
-el
valor didáctico y unificador de la historia,
-la
elaboración de un método histórico,
-la
preeminencia política sobre lo demás
-la
concepción cíclica del tiempo,
-la
superación de las historias locales,
-la
necesidad de incorporar la cronología,
-el
deseo de ser convertido en fuente historiográfica,
-la
selección de la causa más plausible,
-el
elogio de la historia como ciencia.
Gayo Salustio Crispo (86-35 a.C) nació el 86 a.C. en Aminterno,
territorio sabino. Vivió una de las etapas más apasionantes de la historia de
Roma, el final de la República.
De joven se trasladó a Roma, donde inició sus estudios y el cursus
honorum. Era de familia noble, pero no perteneciente a la
aristocracia romana, por lo que debió tener dificultades para poder desarrollar
su carrera política.
El año 55 a.C. ejerció el cargo de tribuno
de la plebe. Por aquellos años había encarnizadas luchas entre los
candidatos al consulado, acabando la mayoría de ellas en autenticas peleas
entre bandos, con el consiguiente asesinato de adversarios. La plebe, por su
parte, se revolvía en algaradas con regularidad.
En este contexto, Salustio siempre salió indemne de todo tipo de acusación,
si bien se sospechaba que simpatizaba con los rebeldes. En cualquier caso, ya
sea por su inocencia o por su conveniencia, ni amigos ni enemigos le llevaron a
juicio por esta causa.
Su caída en desgracia sobrevino el año 50 a.C, cuando fue expulsado del
Senado, según algunas noticias, por conducta
inmoral[15].
También pudiera ser que la acusación fuera una mera excusa para disfrazar
intereses políticos.
Se alineó en el grupo de Julio César, y durante
la guerra civil combatió de su parte, cosechando resultados mediocres.
Rehabilitado por César, recuperó su escaño en el Senado.
Más tarde fue nombrado gobernador
de Africa Nova, provincia a la que, según Dion Casio, sometió a un
intenso pillaje. Regresó a Roma rico y se retiró a vivir en el palacio de los
Horto Sallustiani, dedicándose a escribir historia hasta el final de sus días.
b.1) Conjuración de Catilina de Salustio
Titulada por el propio Salustio como Bellum
Catilinae, se trata de la primera obra que escribió. Según confiesa él
mismo en el proemio, en ella se propone “despachar con brevedad y lo más verídicamente
posible la conjuración de Catilina, pues yo considero este hecho
particularmente digno de recuerdo por lo insólito
de la criminal acción y del peligro”.
La narración fue concebida como una obra trágica. El personaje
principal es Catilina,
hombre malvado que intenta una acción criminal contra el Estado, y que fracasa
muriendo atrozmente. Los perniciosos planes de Catilina, no obstante, no se
deben sólo a su naturaleza, sino que encuentran su caldo de cultivo en el
ambiente de corrupción de Roma, que ha
perdido por completo sus antiguos valores. Sólo la actuación de unos cuantos
hombres sensatos logrará salvar a la República del desastre.
Como ya había ocurrido en su vida, también en esta obra Salustio vino a
ser acusado de partidista y parcial. No parece, por otro lado, que haya un interés
especial de Salustio en defender a unos ni a otros.
Se trata de una obra concisa. Eso sí, no se
pueden negar:
-las
incongruencias estructurales[16],
que desequilibran la narración,
-los
errores históricos, desenmascarados por los investigadores.
En este sentido, su otra gran obra, la Guerra
de Yugurta, está mucho más conseguida, y denota una mayor madurez del
autor.
b.2) Historiografía en Salustio
Se conservan tres obras de Salustio, dos monografías (Bellum
Catilinae y Bellum Iugurthinum) y
una obra de mayor extensión (Historiae[17]).
Así mismo se suele atribuir a Salustio la composición de Inuectiua
ad Ciceronem y Epistulae ad Caesarem
senem de república.
En el proemio de la Guerra de
Yugurta, y tras una amarga crítica a los políticos, intenta justificar
Salustio por qué, en su vejez, dedica su tiempo a escribir sobre historia: por
la añoranza de la Roma antigua:
“Por
lo demás, entre las otras actividades que se ejercen con el espíritu, es de
gran utilidad muy en primer término el recuerdo de los hechos del pasado…
Y pienso que, puesto que he decidido vivir alejado de la política, habrá
quienes llamen esta importante y útil labor mía con el nombre de ociosidad…
Si estos individuos recapacitaran sobre los tiempos en que yo conseguí los
cargos y la calidad de los hombres que no pudieron lograr lo mismo, así como
sobre la clase de hombres que llegaron después al Senado, sin duda
opinarán que he cambiado de idea razonadamente y no por desidia, y que mi ocio
redundará en mayor beneficio del país que la actividad de otros…
Pues
yo he leído que muchas veces Quinto Máximo, Publio Escipión y otros ilustres
varones de nuestra ciudad solían decir que cuando contemplaban los retratos de
sus abuelos se les inflamaba el espíritu con gran vehemencia, instándoles a practicar
la virtud. Naturalmente, aquella cera y aquellas imágenes no tenían en sí
una fuerza tan grande, sino que esa llama crecía en el pecho de los hombres
singulares al recuerdo de las gestas, y no se extinguía hasta que su
virtud igualaba la fama y gloria de los mismos”.
Salustio es considerado por los propios romanos como el primer historiador clásico, y eso a pesar de que otros escritores anteriores ya habían escrito sobre la historia de Roma, como Polibio[18], Gelio, Pisón, Calio Antipatro, y sobre todo Sisena[19].
La preocupación más recurrente de Salustio fue la decadencia de Roma. Por ello narra los acontecimientos vividos o cercanos a él. Como Tucídides, se propone:
-desenmascarar
las verdaderas causas
que motivan los hechos[20],
-atender
especialmente al retratismo
de personajes.
Muchos han considerado de Salustio su tendenciosidad, contaminando su obra histórica con intereses políticos y personales. Se le acusa de distorsión de los hechos a la hora de destapar tan detalladamente la corrupción de los optimates[21].
No
obstante, Salustio también sabe dar alabanzas
a personajes de todas las clases, y por diferentes clases de
acciones.
No
obstante, Salustio comete graves errores en la narración de los hechos. En
algunas ocasiones incluye datos a todas luces inverosímiles, quizás por dar
mayor color e interés a sus escritos, o para redondear la narración. Sus
detractores también le reprochan su dudosa
conducta, y de ser “un ladrón inhábil de las palabras de Catón”.
En cualquier caso, es su estilo variado y conciso, tuvo
muchos admiradores en Roma, y su estilo fue imitado en Roma con entusiasmo[22].
Tito Livio (64 a.C-12 d.C) nació y murió en Padua, donde pasó la mayor
parte de su vida. Su vida transcurrió paralela
a la de Augusto[23],
coincidiendo con los últimos años de la República y primeros del Imperio.
Las noticias sobre su vida son tan escasas que se le ha llamado el historiador
sin historia. A partir de la descripción que hace de la ciudad, y de
una serie de anécdotas contadas por Plinio y Eliano, se piensa que Livio viajó
a Roma tras la victoria de Augusto, donde habría tenido contacto con el propio
emperador y con Claudio.
Tuvo una importante formación
en Retórica y Filosofía. Es más, Séneca menciona que Tito Livio
había escrito Diálogos filosóficos e
históricos[24].
En Retórica fue fiel seguidor de Cicerón.
En cuanto a su labor profesional, Livio fue un
historiador más cercano a la concepción que hoy tenemos al respecto; dedicó
toda su vida a escribir, sin conocer ningún otro oficio.
Supo además
Livio combinar perfectamente el rigorismo de los annales
con la técnica historiográfica de la res
gestae, supo Tito Livio dar a su obra un tono general didáctico. Carácter
didáctico que entroncó con los preceptos ciceronianos, que enseñaban a
presentar la historia como maestra de la vida[25].
Al
igual que Salustio, Livio concibió la historia
de Roma como proceso de degradación moral, que partió de un pasado
intachable pero que abandonó las virtudes que fraguaron su grandeza, llegándose
a un presente amenazado por la autodestrucción y el desconcierto[26].
Para
Tito Livio, Roma dominó todos los pueblos del mundo guiada por un destino
sobrenatural. En cierto sentido, Roma podía ser considerada como un pueblo
elegido por los dioses. Así, se ponía de manifiesto que Roma tenía
que ser “el pueblo que está a la cabeza de todos los de la tierra”, “el
Imperio más poderoso después del de los dioses”.
Dentro
de esta concepción, la religión
ocupaba un lugar fundamental para Livio, y el cuidado o negligencia de los
cultos podía ser el origen de la prosperidad o la adversidad.
Pero
la voluntad divina no era suficiente para el esplendor de Roma. A ella se le debía
unir la virtus
romana: el valor, el aguante, el esfuerzo, la fortaleza, la valentía…
A lo que estaba estrechamente ligada la disciplina militar, auténtica garantía
del mantenimiento del estado.
El
objetivo de Livio tuvo, pues, intención
didáctica: evitar que se produzca una nueva caída de Roma. Pues el
éxito de Roma estaba fraguado en la combinación de 3 factores: pueblo elegido,
religión y virtus, y si éstos fallaban podía sobrevenir la decadencia total
de Roma[27].
De
acuerdo con algunos críticos, la obra de Livio encierra intención política, y el apoyo
a la restauración llevada a cabo por Augusto el 27 a.C. De ahí el fomento que
hace Livio del orgullo patriótico, del espíritu ancestral romano, la asunción
de la religión, la recuperación de instituciones y costumbres… que eran los
principios básicos del proyecto político augusto[28].
Es la única obra que se ha conservado de Tito Livio. Su plan inicial era
escribir la historia del pueblo romano desde el comienzo hasta sus días. De los
142 libros que compondrían inicialmente la obra, sólo 35 se han conservado, y
no todos al completo[29].
Para hacer abarcable una obra tan monumental, hoy se ha propuesto una
división temática en pentadas y décadas, según los historiógrafos Stadler y
Wille. La pentádica sería:
-libros
I-XV: Desde la fundación de Roma hasta la Conquista de Italia,
-libros I-V: Desde la fundación de Roma hasta el saqueo de los
galos,
-libros
XVI-XXX: Guerras Púnicas,
-libros XVI-XX: I Guerra Púnica,
-libros
XXXI-XLV: Guerras en Oriente,
-libros XXXI-XXXV: Guerra contra Filipo V de Macedonia,
-libros XLI-XLV: Guerra contra Perseo.
De esta forma, la 1ª parte de la obra de Livio está compuesta por
pentadas. La 2ª parte se centra más en los sucesos y problemas internos de
Roma, decádicamente:
-libros
XLI-L: Sometimiento final de Grecia y Asia,
-libros
LI-LX: Asuntos internos desde la caída de Cartago hasta la llegada de los
Graco,
-libros
LXI-LXX: Desde la caída de los Graco hasta Livio Druso,
-libros
LXXI-LXXX: Guerras civiles hasta la muerte de Mario,
-libros
LXXXI-XC: Guerras civiles hasta la muerte de Sila,
-libros
XCI-C: Ascenso de Pompeyo, hasta el año 66 a.C,
-libros
CI-CX: Predominio de Pompeyo,
-libros
CXI-CXX: Guerra civil de César. De la muerte de Pompeyo a la de Cicerón.
Por último, los 22 libros no presentan signos de composición
numérica clara:
-libros
CXXI-CXXIV: guerra civil entre 2º triunvirato y republicanos,
-libros
CXXV-CXXXIII: guerra civil entre Marco Antonio y Augusto,
-libros
CXXXIV-CXLII: desde llegada de Augusto hasta Druso en Germania-9 a.C.
c.2) Historiografía en Livio
Según podemos deducir de sus propias palabras, Tito Livio había
abrazado el oficio de historiador por 3 razones:
-por
patriotismo, creando una memoria colectiva del pasado glorioso romano,
-por
criticismo, denunciando la penosa época moral presente,
-por
historicismo, al faltar una historia completa y bien escrita hasta entonces.
Para Livio, el historiador debe escribir:
-añadiendo
nuevas certezas, a los hechos históricos ya conocidos,
-superando
la rudeza de los antepasados, a nivel literario.
Eso sí, nunca el historiador ha de apartarse de la verdad
e imparcialidad[30].
Lo que no quiere decir desprenderse del patriotismo
y alabanza de lo antiguo[31].
En lo relativo a las fuentes,
Livio ignora casi por completo a los autores no latinos -salvo a Polibio-, y
parece inclinarse por Valerio Antias, Claudio Quadrigario, Fabio Píctor y Celio
Antipater. Aunque, en general, Livio lamenta:
-la
falta de información,
-la
incertidumbre de la tradición.
Es frecuente que haga mención expresa a dos o tres autores cuando
existen varias versiones de un mismo hecho. A este respecto, pone Livio el
criterio para decidir la fuente más adecuada[32]:
-la
de mayor número de autores que se refieran al asunto,
-la
de mayor proximidad temporal al asunto.
La obra de Livio sigue una estructura
episódica. En este método se han querido ver influencias normativas
de Aristóteles, donde un episodio debía ser narrado como una acción unitaria
de:
-planteamiento,
-nudo,
-desenlace.
Así, Livio unificaba el contenido en torno a un tema
principal[33],
y concentraba la acción sobre un solo personaje, eliminando al completo los
detalles y personajes secundarios.
En cuanto al valor histórico de su obra,
Livio:
-fue
el primer historiador puro, sin dedicarse a otro asunto,
-vio
como sus obras se iban publicando en resúmenes o Periocae,
-dio
importancia al cómo y por qué,
-asumió
el papel importante de la ley,
-hizo
ver que Roma cumple su palabra, aunque la incumpla
-situó
a la historia en la rama de la elocuencia
-sus
referencias a la fundación troyana de Roma se insertan dentro de la leyenda,
-sus
referencias a las magistraturas se ajustan por completo a los hechos,
-sus
narraciones de guerras son veraces en fechas, aunque con pobres estrategias,
-sus
ideas moralizantes son inexactas y distorsionantes
Publio Cornelio Tácito (55-117) nació en la Galia Narbonense, casándose
con la hija de Julio Agrícola. Hacia el año 70 comienza su cursus
honorum, y siete años más tarde llega a conseguir el cargo de senador.
El año 81 alcanza el cargo de cuestor,
mismo año en que muere Tito y le sucede Domiciano. Cuatro años más tarde
Domiciano purga al Senado de sus funciones, coincidiendo con el cargo de edil de
Tácito.
El año 88 alcanza Tácito el cargo de pretor,
y el año 97 el de cónsul, momento en que publica Vida de Julio Agrícola. A partir de este momento vino a dedicarse
verdaderamente a la obra de la Historia.
El año 98 publica su obra Germania,
el 102 el Dialogo de los oradores[37],
y el 104 sus Historias, terminadas de
publicar el año 110.
El año 112 Tácito es nombrado procónsul
de Asia, y comienza la redacción de Anales.
El año 117 termina Anales, y muere el
año 120.
Otros hechos contemporáneos a la vida
de Tácito fueron:
-año
54: muerte de Claudio y sucesión de Nerón,
-año
61: nacimiento de Plinio, amigo de Tácito; Seneca se retira de la vida pública,
-año
65: se descubre la conjuración de Pisón,
-año
69: Guerra civil. Nerón es derrocado por la insurrección de Vindex[38].
Galba vuelve a Roma, toma el poder y adopta a Pisón como sucesor. Vitelio es
nombrado imperator por las legiones de
Germania. Otón suplanta a Galba, que es asesinado. Vitelio entra en Roma, y
muere Otón. Vespasiano es proclamado emperador en Oriente y Egipto, y logra
tomar el poder y ser proclamado emperador en Roma,
-año
70: Tito destruye Jerusalén,
-año
79: Muere Vespasiano, y le sucede Tito,
-año
81: Muere Tito, y le sucede Domiciano,
-año
88: Domiciano endurece su régimen,
-año
96: Muere Domiciano asesinado, y Nerva es nombrado emperador,
-año
98: Muere Nerva, y le sucede Trajano,
-año
101: I Campaña a la Dacia de Trajano,
-año
195: II Guerra Dacica,
-año
116: Trajano vence a los partos,
-año
117: Muere Trajano, y le sucede Adriano.
d.1) Annales de Tácito
Fue compuesto originariamente por 18 libros, en los que se van relatando
cronísticamente, año
por año, y desde el año 14 al 68:
-los
hechos del emperador, en torno a la corte y política exterior,
-los
hechos del Senado, en torno a la política interior
Hoy se desconoce la fecha
de su composición, aunque hay indicios que el mismo texto va mostrando[40].
Fue dividido el libro en la siguiente estructura:
-libros
I-VI: Crónicas de Tiberio
-libros
VII-X: Principado de Calígula, y 6 primeros años del de Claudio,
-libros
XI-XII: Principado de Claudio,
-libros
XIII-XVI: Crónicas de Nerón, interrumpidas el año 66,
-libros
XVII-XVIII: sin conservarse ninguno de ellos, pero que se supone relatarían
los periodos posteriores a Nerón.
Introdujo
muchos testimonios orales, aunque no se fiaba del
todo de ellos. Evitó hacer circular los rumores, aunque en ocasiones los
introdujo sin discusión.
Y
es que, por
sus funciones de político, tuvo Tácito acceso a archivos y gacetas, como:
-las
Actas senatus populi[41]
y los Acta diurna populi romani[42],
-las
memorias de Claudio, Agripina, Suetonio, Mesala, Corbulón.
Otra de las fuentes utilizadas por Tácito fueron las crónicas
de sus predecesores, poniéndolas en comparación unas con otras,
para ver:
-qué
elementos tenían mayor credibilidad,
-qué
elementos eran desviaciones del autor
Por esta razón:
-desprecia
a Veleyo Paterculo, al no poder ejercer su libertas[44],
y estar impregnado del status político[45],
-recurre
a Audifio Baso
d.2)
Historiografía en Tácito
En Diálogo de oradores Tácito trató
de hacer un ensayo de crítica literaria relacionada con la oratoria y la
elocuencia. Siguió el modelo de Cicerón, y estuvo ambientada en la casa de
Materno, en torno al año 74. Trata temas como la crisis de la elocuencia y los
méritos de la oratoria.
En Agrícola narra Tácito
la historia de su suegro, uno de los que habían participado en la conquista de
Britania, e introduce una crítica a Domiciano.
En Germania describe Tácito los
pueblos y costumbres del más allá del limes
del Rihn.
En Historie relata Tácito la crisis
del 68-69, desde los comienzos de la corrupción de Nerón hasta la muerte de
Domiciano y el inicio del mandato de Nerva. Su hilo conductor fue la ambición
de los distintos personajes históricos para obtener el poder. Pudo componerse
de 12 libros[50],
de los que hoy sólo se conservan 5:
-libros
I-III: sobre las luchas entre Otón y Vespasiano,
-libro
IV: sobre la sublevación de los bátavos, y el papel de Julius Civilis,
-libro
V: sobre la campaña de Tito en Jerusalén.
En
líneas generales, se puede decir que la obra de Tácito refleja:
-la
admiración por el pasado de Roma,
-la
presión del poder político,
-la
crítica a la falta de libertad,
-lo
negativo y caótico del momento presente,
-el
funcionamiento imperial, a pesar del caos
-la
sensación de crisis constante
-la
estigmatización de vicios,
-la
presentación de un modelo de virtud a seguir,
-el
plano secundario dado a la economía y la guerra
-el
plano negativo de los políticos y sus mujeres,
-el
plano de paripé que ejerce el Senado,
-el
plano principal del emperador, a cuya muerte se suceden las sublevaciones,
-la
intervención de lo sobrenatural, en los hechos de la historia
-la
reticencia a creer los presagios, que a veces son charlatanes,
-el
determinismo como algo que escapa a las voluntades humanas,
-la
crítica a la masa popular
-la
propuesta del modelo de provincianos promocionados
-el
gusto por los retratos y las laudatio,
a las que no tenían derecho las mujeres,
-el
valor de la palabra,
-la
interpolación de hechos ajenos al Imperio,
-la
crítica a los historiadores que no dicen la verdad,
-la
independencia del historiador respecto a la autoridad.
De ascendencia griega, Amiano Marcelino (330-400) nació en la ciudad
siria de Antioquía, de una familia
aristocrática local, y donde recibió la formación griega de la paideia
y una simpatía ideológica hacia los colectivos populares[57].
Del 353 al 360 sirvió en la milicia
del ejército mayor, a las órdenes del general Ursicino[58],
participando en:
-la
revuelta de Silvano, galo que se autoproclamó emperador,
-las
incursiones del rey persa Sapor,
-los
rumores internos sobre Ursicino.
El año 360 Ursicino fue destituido tras la captura de Amida, y Amiano
desaparece de la vida política[59].
El año 363 vuelve a aparecer Amiano, esta vez junto al emperador Juliano
en la campaña persa, con el que
permanecerá hasta su muerte y la elección de Joviano como su sucesor. Hacia el
371 tuvo que acudir a su patria para mediar ante un acusado de traición
imperial, y allí se queda por ocho años más. Fue la ocasión para visitar
Egipto, Laconia y Tracia.
El año 384 se trasladó definitivamente a Roma, donde permanecerá hasta
su muerte. Allí empieza su publicación
de obras en el género de la res
gestae, y a entablar diálogos con sofistas y filósofos. El año 400 muere
en la ciudad imperial.
Amiano
fue contemporáneo de Constancio II, Juliano el Apostata, Joviano,
Valentiniano, Graciano y Valente; conoció a San Ambrosio y San Agustín, y prácticamente
pasó por su época como el historiador
olvidado[60].
No obstante, le tocó vivir una de las épocas más convulsas de la
historia romana[61],
en plena metamorfosis
del tiempo antiguo al medieval. Se dice que fue el último de los
historiadores clásicos de Roma[62].
Y
de esto se da cuenta el autor, que pone en evidencia la falta de cultura
general, y una sociedad perezosa y aficionada a lo lúdico, y alejada de los
libros y la filosofía. Resalta sobre todo la pérdida de la virtus y la
acogida de la avaricia y otros males, que estaban desmoronando el Imperio[63].
Fue
también Amiano testigo del fuerte
conflicto religioso entre el fortalecido Cristianismo y los deseos
del Senado por restablecer el antiguo paganismo como religión oficial imperial.
Ahí fue Amiano:
-defensor
del paganismo tradicional[64],
-tolerante
con el cristianismo
e.1) Historiae de Amiano
Tuvo su fecha
de composición entre el 382 y el 397.
Las fuentes de la obra consistieron
mayormente en los testimonios orales y presenciales de los hechos, a los que se
fueron incorporando las fuentes escritas de mayor alcance, para dar credibilidad
a lo escrito[66].
Algunas de estas fuentes escritas fueron Herodoto, Eratóstenes, Hecateus,
Timagenes, Ptolemaeus, Sexto Aurelio Víctor, Theoponpus y Juba de Mauritania[67].
En cuanto a la estructura
de la obra, ésta abarcó:
-libros
I-XIII: desde el 96 al 353, continuando la obra de Tácito[68],
-libros
XIV-XXXI: desde el 353 al 378, como testigo ocular:
-libros XIV-XXV: hasta la muerte de Juliano, y elección de
Joviano,
Los libros I-XIII no han podido llegar hasta nosotros, y en los libros
XXVI-XXXI advierte Amiano que la verdad de lo relatado ha corrido el riesgo de
ser diluida, ya que se ha escrito sobre acontecimientos demasiado cercanos.
Se trata, en fin, de una obra donde Amiano transmite una imagen
viva de los avatares del s. IV:
-desde
la óptica militar y griega,
-desde
el espíritu veraz de los viejos,
-demostrando
sus conocimientos, en los diversos campos,
-juzgando
hombres y hechos, de manera mordaz,
-buscando
la imparcialidad, mediante discursos y digresiones.
e.2) Historiografía en Amiano
Se basa en la imitación
de Tácito, a la que introduce:
-la
dualidad guerra-intrigas,
-digresiones
geográficas y etnográficas,
-las
diversidades psicológicas de los personajes,
-descripción
de la mentalidad de un periodo dado.
Se puede decir que fueron aportaciones de su método
historiográfico:
-la
importancia del emperador, a nivel incluso de castidad,
-prestar
atención sólo a las líneas generales,
-selección
de hechos históricos de acuerdo a un plan establecido,
-selección
elitista de los hechos, sin fijarse en las clases bajas sociales,
-introducción
del contexto geográfico, siempre antes de la narración de hechos,
-investigar
la verdad, ordenando cronológicamente las fuentes,
-la
fidelidad, como esencial para la narración.
Manuel
Arnaldos
Mercabá,
diócesis de Cartagena-Murcia
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Mercabá de Arqueología
Indice
general de Enciclopedia Mercabá de Historia
________
[1]
Fecha aproximada, pues:
-Polibio
fue elegido embajador el año 181 a.C, en misión diplomática ante
Ptolomeo V, junto a su padre Licortas y Arato (pues, según parece, todavía
no tenía la edad legal para ello),
-Polibio
fue nombrado hiparco de la liga aquea el año 170 a.C, y este cargo no
podía ser adquirido sin tener los 30 años.
[2]
De hecho, él en sus obras cita a poetas celebres como HOMERO,
SIMONIDES y PINDARO, y a historiadores como HERODOTO (POLIBIO, Historia
XII, 2, 1), TUCIDIDES (POLIBIO, Historia
VIII, 1, 1) y JENOFONTE (POLIBIO, Historia
VI, 45, 1).
[3]
Que supuso el choque entre dos concepciones militares legendarias: la
falange macedónica y la legión romana. Pero que no consistió en una
batalla con todas las de la ley.
[4]
Gracias a la influencia de ESCIPION y CATON.
[5]
Los griegos supieron apreciar el favor que así obtenían de POLIBIO, erigiéndole
después incluso una estatua en Megalópolis, con la inscripción de
“Grecia, de haber seguido los consejos de Polibio desde un principio, no
habría decaído; y cuando erró, sólo Polibio pudo ayudarla”.
[6]
Con ediciones: Parisimos-s.
IV, Vaticanus-s. X, Urbinas-s.
X, Londinensis-s. XV, Monacensis-s.
XV. No obstante, la 1ª edición completa del texto será la de ISAAC
CASAUBON de 1609, siguiéndole la de SCHWEIGHAUSER de 1795, BUTTNER WOBST de
1882, y la LOEB Classical Library de hoy día.
[7]
Importante por la crítica que hace POLIBIO de la manipulación de
los datos.
[8]
“El trabajo y objeto de nuestra empresa consiste única y exclusivamente
en escribir el cómo, cuándo y por qué todas las partes conocidas del
mundo habitado vinieron a caer bajo la dominación romana”.
[9]
Fundador de la confederación aquea, y escritor de sus Memorias
en 30 libros.
[10]
Autor de Historia de Grecia y Asia,
en 28 libros, durante los años 270-220 a.C.
[11]
A pesar de criticarlo como historiador, pero citado por su gran conocimiento
de la tradición romana. Fue además el enviado por la gens Flavia a Delfos
para consultar sobre la victoria romana en Cannas contra Cartago.
[12]
Historiador que vivió durante la I Guerra púnica, y escribió sus Obras
desde un punto de vista pro-púnico.
[13]
Queriendo decir que Roma actuó siempre por sentido común, sin almacenar
mucho pensamiento detrás.
[14]
Pues la historia política es la que acaba conformando las demás políticas,
según Polibio.
[15]
Según todas las referencias, SALUSTIO llevó una vida privada disoluta.
[16]
Donde incorpora discursos (como los de CESAR y CICERON), descripciones
amplias (como la de SEMPRONIA)…
[17]
Dividida en 5 libros, el último de los cuales quedó inacabado a causa de
su muerte.
[18]
Que escribió en lengua griega.
[19]
Escritor, SISENA, del que Salustio apreciará su estilo variado y colorido,
y que él más tarde empleará en sus obras, frente a la frialdad de otros
escritores, como los citados GELIO, PISON, CALIO ANTIPATRO…
[20]
Es verdad que SALUSTIO cita entre sus causas a la fortuna, pero se trata en
todo caso de una fortuna “moderna”, alejada de la clásica fortuna, e
incapaz de regir destino alguno de las cosas.
[21]
Lo que sus enemigos relacionan con sus orígenes humildes.
[22]
Como demuestran las obras epúreas que se le atribuyen a él, quizás por el
intento de copiar su técnica. TACITO, por ejemplo, heredó de él su
brevedad y rapidez escriturística. Y SAN AGUSTIN estuvo también imbuido
por su pesimismo moral sobre la situación de Roma.
[23]
63 a.C-14 d.C.
[24]
Obra que no ha llegado hasta nosotros.
[25]
Tal y como queda patente, además, en el Prefacio de la obra de TITO LIVIO.
[26]
En este sentido, y como señala WALSH, su obra puede ser considerada como
“un monumento al pasado, y un mensaje para la posteridad”.
[27]
Que es lo que le pasó a la República, parece decir implícitamente TITO
LIVIO.
[28]
No obstante, hoy en día se duda de esta interpretación, dada la relación
no muy buena entre Augusto y Tito Livio. De hecho, el apelativo de
“pompeyano” que recibió el historiador por parte de OCTAVIO AUGUSTO
implicaba cierta desaprobación hacia él. Por otro lado, Livio siempre se
refiere a Augusto de manera respetuosa, pero nunca aduladora.
[29]
La pérdida de una parte tan importante de la obra de TITO LIVIO se explica
por su propia extensión: era difícil multiplicar los ejemplares
manuscritos en su integridad. Aun así, conocemos el contenido general de
los libros gracias a citas directas o indirectas de otros autores.
[30]
Por ese motivo, había decidido LIVIO mantenerse al margen de los asuntos públicos,
y a los intereses de las familias y partidos, para garantizar a priori su
objetividad.
[31]
Así, por ejemplo, retrasa Livio la fecha de la toma de Sagunto en la
II Guerra Púnica, intencionadamente y respecto a la versión de POLIBIO,
para demostrar que Roma no tardó en acudir en ayuda de sus aliados.
[32]
Hoy en día, la opinión generalizada es que sus referencias a los
autores más antiguos (ELIO TUBERON, VALERIO ANCIATE…) son secundarias, y
estarían tomadas de autores más modernos.
[33]
Que siempre fue: Origen e historia de Roma, Guerras púnicas, Guerras macedónicas.
[34]
Como en el ejemplo que pone de Numancia.
[35]
Con la idea de: cautivar, conmover, agradar.
[36]
Como son sus actitudes antiplebeyas, tendencias patrióticas,
idealización de militares romanos, distorsiones moralizantes de
personajes…
[37]
JEAN BAYET establece otra cronología para esta obra, aunque tampoco se
atreve a afirmar el año exacto de su realización. Su datación fluctúa
entre el 80 y el 96.
[38]
Con apoyo de la Galia e Hispania.
[39]
“Aristocrática pero martirizada por la corrupción del poder imperial”,
dirá de ella Tácito.
[40] Por ejemplo, en el libro II se habla de los límites del Imperio y entre estos se nombra el Rubrum Mare-Mar Rojo, siendo esta una datación muy concreta, y distinta a la que sería si pusiera el límite en el Golfo Pérsico (cf. ANDRE, J. M; HUS, A; La Historia de Roma, ed. Argentina, Buenos Aires 1975, p. 136).
[41]
Archivos secretos de Roma.
[42]
Diario oficial de Roma.
[43]
“Tenemos la intención de seguir el testimonio concorde de los autores,
pero pasamos a ellos la responsabilidad de sus divergencias (cf. TACITO, Anales,
XIII, 20, 3).
[44]
VELEYO PATERCULO fue partidario de Tiberio, y en su Historia
Romana se había dedicado a ensalzar a Cesar, Augusto y Tiberio.
[45]
Status político que, según TACITO, siempre suponía una regresión en la línea
de los grandes historiadores, siendo capaces únicamente de escribir con
libertad géneros menores (cf. LOPEZ DE AYALA GENOVES, M. J; “Una
presentación de la historia de Roma a través de los historiadores menores,
biógrafos y panegiristas del s. I”, en Revista
de Filología, VII, Madrid 1991, pp. 90-91).
[46]
Cronista de la época de TIBERIO, y autor de Libri
belli germanici, AUDIFIO BASO será uno a los que recurrirá Tácito
para componer su Germania. También cogerá de él su descripción sobre los años
41-40 a.C. de guerra civil.
[47]
Cronista de la época de CALIGULA, y cuya historia estuvo muy bien valorada
debido a que, por su función política, SERVIO NOVANO había tenido acceso
a altos niveles de información.
[48]
Cronista de CLAUDIO, y fuente principal para la composición de Anales,
CLUVIO RUFO narró la muerte de CALIGULA y el ascenso al poder de Claudio,
hasta la muerte de VITELIO.
[49]
Cronista de NERON, y fuente principal para Agrícola, FABIO RUSTICO estuvo muy informado sobre los secretos de
la corte.
[50]
cf. ESPADAS BURGOS, M; La periodización
de la historiografía romana, ed. Fundación universitaria española,
Madrid 1961, p. 76.
[51]
En este sentido cabe explicar que casi todos los historiadores romanos
fueron pro-republicanos, y por eso atacan siempre el modelo pro-imperial. Así,
fueron uno tras otro creando la visión idílica que hoy se tiene de la República.
[52]
A pesar de tratarse de la época gloriosa de Roma.
[53]
Motivo de continuas críticas por parte de los estudiosos, y a las que ya el
mismo TACITO se encargó de responder en su obra: “No ignoro que la mayor
parte de los sucesos que he referido… pueden parecer insignificantes… y
que mi tarea es angosta y sin gloria… porque la paz se mantuvo inalterada
o conoció perturbaciones leves”.
[54]
Como es el caso del eclipse, que puede llegar a decidir guerras y batallas.
[55]
A la que llama desordenada, crédula, apática. Se trataba, según ANDRE y
HUS, de dar una lección política: la incapacidad de la multitud, la
fatalidad de la monarquía, la necesidad del control aristocrático (cf.
ANDRE, J. M; HUS, A., op.cit, p.
167).
[56]
Pues “el sector más sano de la sociedad romana es, sin duda, la nueva
clase de provincianos promocionados, herederos de las viejas virtudes, que
habían ido accediendo a puestos importantes en la vida del estado gracias a
medidas como las que Claudio tomó para introducirlos en el Senado” (cf.
TACITO, Anales, ed. Gredos, Madrid
1984).
[57]
Por lo que expresa JEAN BAYET en su obra (cf. AMIANO MARCELINO, Historia
del Imperio Romano (trad. de F. Castilla), ed. Orbis, Barcelona 1986, p.
16).
[58]
cf. ROVIRA SOLER, M; Introducción a
la historiografía latina; textos para su lectura, ed. Palas Atenea,
Madrid 1989, p. 95.
[59]
cf. AMIANO, Historia (trad.
de M. L. Harto), ed. Akal, Madrid 2002, p. 16.
[60]
cf. AMIANO, Historia del
Imperio Romano (trad. de F. Castilla), ed. Orbis, Barcelona 1986, p. 15.
[61]
cf. AMIANO, Historia (trad.
de M. L. Harto), ed. Akal, Madrid 2002, p. 23.
[62]
Y PABLO OROSIO el primero de los medievales. Pues:
-AMIANO
MARCELINO, ultimo clásico, continua con la vieja escuela de describir
la historia,
-PABLO OROSIO, primer medieval, comienza la nueva escuela de sintetizar la
historia.
[63]
Amiano era consciente de la enorme problemática política, militar, histórica,
social, religiosa y literaria de su época, y su obra fue encaminada en ese
sentido, en un esfuerzo inteligente para que el Imperio comprendiera su
ocaso (cf. AMIANO MARCELINO, Historia (trad. de M. L. Harto), ed. Akal, Madrid 2002, p. 26).
[64]
Impulsado por JULIANO EL APOSTATA y defendido por Amiano. Aunque, siempre
recuerda el historiador, habría que estar más preocupados por la
integridad moral de las personas que por la confesión religiosa que
profesen.
[65]
De ahí vendrá la crítica feroz que hará de JULIANO EL APOSTATA, por su
prohibición que hizo a los maestros cristianos de enseñar en las escuelas.
[66]
cf. ALONSO NUÑEZ, J. M; “La visión historiográfica de Amiano
Marcelino”, en Studia Romana,
II, Valladolid 1975, pp. 44-51.
[67]
cf. ALONSO NUÑEZ, J. M., op.cit,
p. 50.
[68]
cf. BAYET, J; Literatura latina, ed. Ariel, Barcelona 1972, p. 489.